Los Cristianos – Vence a tu adversario

Vence A Tu Adversario

Muchos cristianos estamos viviendo, hoy por hoy, batallas tremendas contra el enemigo. Tenemos que aprender a defendernos y vencer al enemigo confiando en Jesucristo que mora en nosotros, y quien va delante de todas nuestras batallas. Dios no nos dejo desarmados, más bien, no sabemos usar las armas espirituales que nos dejó en Su Palabra:

1. Ponte la armadura. No salgas a la calle sin ella, Efesios 6:11, 12.

(1) La armadura de Efesios es un arma espiritual, y tenemos que pedirle a Dios que nos la ponga cada día. Si le pedimos la armadura de Efesios 6:13-18, estamos tomando en nuestras manos nuestra salvación, y la espada del Espíritu, con la que venceremos toda tentación de Satanás contra nosotros..

2. Sométete a Dios. Muchos creyentes dicen tener problemas porque Dios no los escucha. Esa es una mentira del diablo. Dios siempre nos escucha., véase Santiago 4:7, 8.

3. Se sobrio y vela. Ser sobrio significa ser moderado, templado. Dios nos pide que seamos sobrios y velemos. Esto significa no abrirle la puerta al pecado, velar, estar pendientes, alertas. Nuestro enemigo es tan real como tú y como yo, pero Dios nos ha dado las armas para vencerle, 1 Pedro 5:8-10.

4. Enójate, pero no peques. Muchos creyentes tienen problemas con el carácter y, además, sienten que están en el derecho de enojarse cuando las cosas o las personas no son como ellos desean. Muchas veces anteponemos nuestro ser y caemos en el pecado, juzgando a los demás, y buscando culpables siempre de toda situación que nos acontece. Nos rebelamos ante Dios y finalmente nos apartamos de Él, queriendo resolver nuestros problemas a nuestro modo, Efesios 4:26.

5. Confía en el Señor Jesucristo. Muchos cristianos flaqueamos en la fe, y dejamos de confiar en Jesucristo. Tenemos que poner toda nuestra fe y atención en Él, no en el diablo. Él es pequeñito y huye cuando usamos la autoridad de Jesucristo en nuestra vida. Jesucristo le venció y a todos sus demonios, 2 Tesalonicenses 3:3; 2 Timoteo 4:18.

6. Perdona. Muchos cristianos tienen problemas con el perdón. Pedimos perdón a Dios por nuestras ofensas pero no podemos perdonar a los que nos ofenden. Esto es una puerta abierta al diablo para que venga y nos zarandee como al trigo. Tenemos que aprender a perdonar a nuestros semejantes porque todos tenemos muchos defectos. No juzgues para que no seas juzgado. Perdona a todos los que te han ofendido. 2 Corintios 2:10, 11.

7. Reconoce las tentaciones. Satanás es el que nos tienta. Tentar significa ofrecernos el pecado en bandeja de plata. Tenemos que aprender a reconocer la tentación que siempre viene a la mente como un primer pensamiento: «Nadie me esta viendo, voy a tomar este dinero», etc. etc. Todos padecemos de tentaciones, pero tenemos que aprender a reconocerlas y no permitir que bajen al corazón. Reprende a tu enemigo. Tenemos que cuidar nuestro corazón, porque de él emana la vida. Confía en Aquél que venció las tentaciones y nos salvó con Su muerte y Su resurrección, Hebreos 2:18.

8. No peques más. La mayoría de los problemas que padecemos son producto del pecado. No hay pecaditos o pecadotes, solo hay pecados. El pecado, como al principio de la creación, es lo que nos separa de Dios. Arrepiéntete de tus pecados y no peques más, 1 Juan 3:8.

9. Si habitas al abrigo del altísimo, morarás bajo la sombra del omnipotente. ¡Qué hermosa promesa! Solo tienes que buscar a Dios y habitar, vivir bajo Su sombra, y Él se encarga de tí, Salmo 91:3-10

corcel4@starmedia.com

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