Cash Luna: Retén tu Integridad

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Retén tu integridad Apóstol Cash Luna

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Retén tu integridad Apóstol Cash Luna

El diccionario dice que integridad es una cualidad del íntegro. Integro es aquel o aquello que no le falta parta alguna; por ejemplo: virginidad. Cuando alguien, hombre o mujer, pierde su virginidad antes del matrimonio, este pierde su integridad física. Integridad es estar completo; que no nos falte parte alguna.

El enemigo número uno de todos es el miedo. Este no nos deja tomar riesgos. El miedo a las consecuencias de hacer lo correcto nos hace hacer lo incorrecto. No nos podemos librar de las consecuencias de nuestros actos, así que es mejor hacer lo correcto y no medir las consecuencias de hacerlo.

Un día hablaba con un joven y le pregunté que si su prometida resulta no es virgen, le gustaría averiguarlo en la luna de miel o que se lo contara antes de que se casara. Él me contestó que le gustaría saberlo antes. Entonces, yo le dije que fuera e hiciera lo mismo. Él contestó, ¿y si por eso me corta? Quiere decir que es no es la persona que Dios tenía para ti. Desde el momento en que cometiste ese error, tienes dos opciones: o sigues cometiendo más errores, o la paras allí y eres íntegro.

Job 2:3

«Y Jehová dijo a Satanás: ¿No has considerado a mi siervo Job, que no hay otro como él en la tierra, varón perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal, y que todavía retiene su integridad, aun cuando tú me incitaste contra él para que lo arruinara sin causa?»

Aquí encontramos las consecuencias de lo que le sucedió a Job. Él era uno de los hombres más ricos, y hasta ese entonces no había quién se le comparara. De repente, Job perdió todo; se le quemó la hacienda, su ganado murió, y hasta sus hijos murieron. Job retuvo su integridad a pesar de todo lo que le pasó. La integridad no solo la debes de tener, sino la debes de retener.

La integridad es una virtud muy poderosa pero puede haber momentos en que puedes tener la tentación de perderla. Job estuvo en esta situación. Alguien que ha sido íntegro toda su vida y de la noche a la mañana pierde todo, queda en la tentación de perder su integridad. Hay gente que dice que si se hace bien o mal la gente habla, entonces hacen las cosas mal. ¡No¡ No importa lo que piensa la gente, tú debes de ser íntegro y honesto en todo lo que haces.

Job 2:7-9

«Entonces salió Satanás de la presencia de Jehová, e hirió a Job con una sarna maligna desde la planta del pie hasta la coronilla de la cabeza. Y tomaba Job un tiesto para rascarse con él, y estaba sentado en medio de ceniza. Entonces le dijo su mujer: ¿Aún retienes tu integridad? Maldice a Dios, y muérete.»

¡Tener sarna es horrible! Cuando estuve explorado algunos mercados para traer trajes a Guatemala, uno de ellos era en Colombia. En ese determinado viaje, muchos guatemaltecos viajaron a Colombia por un evento especial. Un amigo que vivía allí decidió hospedarnos a todos en su casa, dormíamos en las alfombras porque éramos muchos.

En las alfombras existen unos animalitos llamados ácaros, y cuando uno de estos se mete en la piel causa sarna. Pues a mí se me metió uno de esos y me dio sarna. Era una picazón horrible. A Job le dio sarna desde la coronilla hasta los pies. ¡Imagínese eso! Ha de haber sido horrible.

Si Job maldice a Dios, perdía su integridad. ¿Qué has hecho tú en esos momentos difíciles y duros, en los que no entendemos que está pasando? Job retuvo su integridad a pesar de lo que le pasaba. ¿Crees que a Satanás le interesaba que Job perdiera sus bienes? ¡No! ese no era el tema. El tema era la integridad de Job no sus bienes.

No dejes que tu integridad se ponga en juego. No importa que pase, no la pierdas. En la integridad hay un poder capaz de sacarte adelante no importa como estés. La gente siempre habla, deja que el tiempo pase porque tarde o temprano la integridad siempre sale a luz.

Una cosa que me inspira a mí a vivir con integridad es pensar todo lo que la gente pueda hablar o decir de mí el día de mi funeral. ¿Qué dirían tus hijos, tus padres, los vecinos, tus compañeros, jefes, empleados, acreedores, proveedores, etc. de ti si hoy fuera tu funeral? Piensa, y cambia lo que tengas que cambiar para que ese día la gente diga lo que en verdad tú deseas que se diga de ti.

Proverbios 28:6

«Mejor es el pobre que camina en su integridad, que él de perversos caminos y rico.»

Mejor es ser pobre con integridad que rico perverso. La Biblia no dice que son mejores los pobres sino que el que es pobre por causa de la integridad. Es decir, si un día tienes que elegir entre riqueza e integridad, deja a un lado la riqueza, porque es mejor ser pobre y honesto que rico con dinero mal habido.

Si tienes que elegir entre ser íntegro y las consecuencias de no serlo, siempre escoge ser íntegro. La integridad es muy poderosa. La Biblia no dice que es mejor el pobre, de hecho la Biblia dice que al humilde Dios le da riquezas; hay pobres orgullosos. Dios no le da la riqueza a un orgulloso, si te encuentras un orgulloso con dinero, Dios no se la dio.

Salmo 25:20-21

«Guarda mi alma, y líbrame; No sea yo avergonzado, porque en ti confié. Integridad y rectitud me guarden, porque en ti he esperado»

Hay dos guarda espaladas que todos tenemos que tener: Santidad e Integridad. Esto al final guardó a Job. Job retuvo su integridad.

Job 42:10-11

«Y quitó Jehová la aflicción de Job, cuando él hubo orado por sus amigos; y aumentó al doble todas las cosas que habían sido de Job. Y vinieron a él todos sus hermanos y todas sus hermanas, y todos los que antes le habían conocido, y comieron con el pan en su casa, y se condolieron de él, y le consolaron de todo aquel mal que Jehová había traído sobre él; y cada uno de ellos le dio una pieza de dinero y un anillo de oro.»

Medita en esta palabra. Job en un día perdió todo. ¿Cómo es posible que de un día para otro, si qué ni para qué, así como le vino lo malo, así le empezó a venir lo bueno? De repente, lo vino a visitar mucha gente, y le traían dinero y un anillo de oro. Ni siquiera trabajó para recuperar lo que perdió. ¿Por qué? Porque cuando tú has retenido tu integridad y pierdes algo por eso, así como de repente se perdió, de repente se recobra, solo que al doble.

No aceptes que nadie te diga que pongas en juego tu integridad. Integro te hizo Dios, íntegro te vas a morir. Ten una cosa por seguro, lo que sea que pierdas por causa de tu integridad, Dios te lo va a devolver porque Dios no es injusto. Si perdiste cien, prepárate para recibir 200; si perdiste un millón, prepárate para recibir dos.

Si Dios lo hizo con Job, también lo va a hacer contigo. Así como de repente te quebraron tu empresa, de repente la recuperarás. Job mantuvo su integridad. ¿Qué fue lo que trajo bendición de nuevo a Job? Job simplemente oró por sus amigos, a pesar de que lo maldijeron.

Job 42:12-15

«Y bendijo Jehová el postrer estado de Job más que el primero; porque tuvo catorce mil ovejas, seis mil camellos, mil yuntas de bueyes y mil asnas, y tuvo siete hijos y tres hijas. Llamó el nombre de la primera, Jemima, el de la segunda, Cesia, y el de la tercera, Keren-hapuc. Y no había mujeres tan hermosas como las hijas de Job en toda la tierra; y les dio su padre herencia entre sus hermanos.»

¿Cómo es posible que de no tener nada, de repente le aparecieron 14,000 ovejas? ¿De dónde salieron? Es imposible, a no ser que mientras Dios prueba tu integridad, allá atrás, donde tú no miras, se está preparando el doble de bendición que un día tuviste. ¡No la pierdas! Vives arriesgando tu bendición cada día. Muchas veces cuando tienes problemas, lo primero que cortas de tu presupuesto es el diezmo. No arriesgues tu bendición. Hazle ganas, Dios no miente.

¿Qué has perdido por ser íntegro? Un amigo que trabajó en una compañía más de 20 años, le empezaron a ofrecer soborno por aceptar algunos trabajos, él no quería aceptarlos. Lo amenazaron en despedirlo y sin indemnización. ¿Se imagina cuanto perdía si no le daban su indemnización?

Significaba perder el dinero para su retiro, peor él decidió renunciar; prefirió estar pobre que con falta de integridad. No violes los principios que tienes en tu vida. La integridad será tu guardia, cree en ella, practícala. Asume la responsabilidad de ser íntegro. Quizá te cueste pero retenla, porque si al ser íntegro pierdes algo, al final de la prueba Dios te estará esperando con el doble.

Quizá por causa de la integridad perdiste a tu pareja, la persona con quien te ibas a casar o tal vez perdiste tu empresa, y viste como la competencia te quitaba los clientes, pero ten por seguro que Dios te restaurará con el doble de lo que tenías. No importa lo que hayas perdido, nunca pierdas tu integridad. ¡Retenla!

 El diamante (Anónimo)

Nació en Italia, pero se fue a los Estados Unidos de joven. Aprendió malabarismo y se hizo famoso en el mundo entero. Finalmente, decidió retirarse. Anhelaba regresar a su país, comprar una casa en el campo y establecerse allí. Tomó todas sus posesiones, sacó un billete en un barco hacia Italia e invirtió todo el resto de su dinero en un solo diamante, y lo escondió en su camarote.

Una vez en la travesía, le estaba enseñando a un niño cómo él podía hacer malabarismo con muchas manzanas. Pronto se había reunido una multitud a su alrededor. El orgullo del momento se le subió a la cabeza. Corrió a su camarote y tomó el diamante, que entonces era su única posesión. Le explicó a la multitud que ese diamante representaba todos los ahorros de su vida, para así generar mayor dramatismo.

Enseguida comenzó a hacer malabarismos con el diamante en la cubierta del barco. Estaba arriesgando más y más. En cierto momento lanzó el diamante muy alto en el aire y la muchedumbre se quedó sin aliento. Sabiendo lo que el diamante significaba, todos le rogaron que no lo hiciera otra vez. Impulsado por la excitación del momento, lanzó el diamante mucho más alto.

La multitud de nuevo perdió el aliento y después respiró con alivio cuando recuperó el diamante. Teniendo una total confianza en sí mismo y en su habilidad, dijo a la multitud que lo lanzaría en el aire una vez más. Que esta vez subiría tanto que se perdería de vista por un momento.

De nuevo le rogaron que no lo hiciera. Pero con la confianza de todos sus años de experiencia, lanzó el diamante tan alto que de hecho desapareció por un momento de la vista de todos. Entonces el diamante volvió a brillar al sol. En ese momento, el barco cabeceó y el diamante cayó al mar y se perdió para siempre.

Nuestra alma es más valiosa que todas las posesiones del mundo. Igual que el hombre del cuento, algunos de nosotros hicimos o seguimos haciendo malabarismos con nuestras almas. Confiamos en nosotros mismos y en nuestra capacidad, y en el hecho de que nos hemos salido con la nuestra todas las veces anteriores.

Con frecuencia hay personas alrededor que nos ruegan que dejemos de correr riesgos, porque reconocen el valor de nuestra alma. Pero seguimos jugando con ella una vez más… sin saber cuando el barco cabeceará y perderemos nuestra oportunidad para siempre.

Ahora, pues, si diereis oído a mi voz, y guardareis mi pacto, vosotros seréis mi especial tesoro sobre todos los pueblos; porque mía es toda la tierra. Éxodo 19:5

Autor: Cash Luna

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