Capítulo 11.- DIFERENCIA ENTRE EL ANTIGUO Y NUEVO PACTO

Jesus y el nuevo pacto CAPITULO 11 .-DIFERENCIA ENTRE EL ANTIGUO Y NUEVO PACTO

El PACTO NUEVO EN LA SANGRE DE CRISTO DIO POR TERMINADO EL ANTIGUO, SUPLANTÁNDOLO CON SUS MEJORES PROMESAS QUE DESCANSAN EN SANGRE DERRAMADA DE UN REDENTOR ETERNO

Por: Jorge Soria

Dios, un solvente y seguro mediador: Pacto de Sangre

En el Antiguo Testamento (Pacto) se habla de varios pactos, Se habla del pacto que hizo Dios con Noé en el que permitióno destruir más la tierra en agua y su señal, el arco iris (Génesis 9:12-13); el pacto de Abraham y su simiente y su señal, la circuncisión (Génesis 17:11); el pacto Mosaico con Israel establecido con ellos cuando los sacó por la mano de Egipto y su señal, el sábado (Éxodo 31:16-17). En Hebreos habla un pacto nuevo que da por concluido al viejo, ¿de cuáles está hablando? Cuál es el nuevo y cuál es el antiguo que envejece? En las diferencias entre ambos pactos está el centro del evangelio de gracia en la sangre de Cristo.

«…el pacto que hice… el día que los tomé… para sacarlos de … Egipto…» Hebreos 8:9

En Hebreos8:8-11, es una cita directa del profeta Jeremías(Jeremías 1:31-34 – Antiguo Testamento), establece más allá de toda duda este pacto anticuado, que envejece y desaparece ante la entrada gloriosa del nuevo, es aquel pacto que Dios hizo con los padres cuando los tomó por la mano para sacarlos de Egipto (Hebreos 8:9; Jeremías 31:32).

Dios ha sido muy claro en Su palabra al instruirnos en cuanto a:

-la duración limitada, temporal del antiguo tan vital para la relación de Israel con Dios en aquello tiempos y

-el establecimiento de u nuevo pacto en la sangre de Cristo que pone fin al antiguo, sustituyéndolo con algo mejor debido a que descansa sobre mejor fundamento y provee mejores promesas.

Ese pacto tuvo comienzo en el Sinaí, varios miles de años después de la creación, y llegó a su final cuando Cristo estableció, con su sangre, el nuevo pacto que dio a este último por terminado.

Antes de analizar la naturaleza espiritualde estos dos pactos, las diferencias entre sí y la necesidad de un nuevo pacto en la sangre de Cristo, veamos varios detalles de suma importancia en cuanto a este Antiguo Pacto.

1.- En su contenido textual o hablado no había nada que fuese inferior. Fue Dios quien dio este pacto a Israel a través de Moisés. Dios siempre ha sido el mismo;él no cambia. Y todo lo que Él requirió de Israel mediante este pacto antiguo (los Diez Mandamientos) era absolutamente santo, por lo que desobedecer sus mandamientos sean de índole dietética, moral, familiar, civil, de salud, etc., era pecar contra Dios porque Él les dio sus leyes santas para que, a través de la obediencia a las mismas, ellos le honrasen.

«…subí al monte para recibir las tablas de piedra, las tablas del pacto que Jehová hizo con vosotros…» Deuteronomio 9:9

2.- Los Diez Mandamientos constituían los términos del pacto que Dios estableció con su pueblo Israel el día que los saco de Egipto, pero cualquier sistema doctrinal que intente mantener vigentes dichos mandamientos (en su carácter como los términos del antiguo pacto) sobre la conciencia de un cristianismo muestra un serio y total desconocimiento de lo que el Nuevo Testamento enseña sobre la naturaleza del nuesvo pacto y un abierto rechazo a las palabras de Cristo tocantes a su sangre del nuevo pacto.

3.- En Deuteronomio 9, vemos la evidencia ineludible de que los Diez Mandamientos constituyeron aquel pacto antiguo que comenzó en el Sinaí y caducó en la cruz de Cristo:

«Cuando yo subí al monte para recibir las tablas de piedra, las tablas del pacto que Jehová hizo con vosotros, estuve cuarenta días… y me dio Jehová las dos tablas de piedra escritas con el dedo de Dios; y en ellas estaba escrito según todas las palabras que os habló Jehová en el monte… (9-10)…al fin de los cuarenta días…Jehová me dio las dos tablas de piedra, las tablas del pacto (11)…y descendí del monte… con las dos tablas del pacto en mis dos manos» (15).

4.- En Deuteronomio 10:8, dice: «En aquel tiempo apartó Jehová la tribu de Levi para que llevase el arca del pacto de Jehová…» El arca, en el cual Dios ordenó se colocara las tablas de piedra o tablas del pacto, era conocido como «arca del pacto», porque en su interior estaban las tablas del pacto donde estaban escritos los diéz mandamientos, o palabras del pacto mosaico.

5.- Estas palabras de Deuteronomio 10 junto a los de Hebreos 8:6-13 (Pero ahora tanto mejor ministerio es el suyo, cuanto es mediador de un mejor pacto, establecido sobre mejores promesas… He aquí vienen días, dice el Señor, en que estableceré con la casa de Israel y la casa de Judá un nuevo pacto, no como el pacto que hice con sus padres el día que los tomé de la mano para sacarlos de la tierra de Egipto; porque ellos no permanecieron en mi pacto, y Yo me desentendí de ellos, dice el Señor. Por lo cual, este es el pacto que haré con la casa de Israel, después de aquellos días, dice el Señor: Pondré mis leyes en la mente de ellos, y sobre su corazónlas escribiré; y seré a ellos por Dios, y ellos me serán a mí por pueblo… y nuca más me acrodaré de sus pecados y de sus iniquidades. Al decir : Nuevo Pacto, ha dado por viejo al primero; y lo que se da por viejo y se envejece, está próximo a desaparecer) nos da un cuadro completo de lo que era el pacto antiguo y lo que le aconteció a raíz del establecimiento del pacto nuevo en la sangre de Cristo. Estas porciones queda claro que lo establecido en el Sinai (el antiguo pacto) es lo viejo que está por desvanecerse.

6.- En lo que a la naturaleza espiritual del antiguo pacto se refiere, Dios mismo nos enseña que «la ley, teniendo la sombra de los bienes venideros, no la representación mismas de las cosas, nunca puede, por los mismos sacrificios que se ofrecen continuamente cada año, hacer perfectos a los que se acercan. De otra manera casarían de ofrecerse, pues los que tributan este culto, limpios de una vez, no tendrían ya ninguna conciencia de pecado. Pero en estos sacrificios cada año se hace memoria de los pecados; porque la sangre de los toros y los machos cabrios no pueden quitar los pecados… pero Cristo, habiendo ofrecido un sólo sacrificio por los pecados, para siempre se ha sentado a la diestra de Dios» (Hebreos 10:1-4, 12).

«…la ley…nunca… hacer perfectos a los que se acercan…» Hebreos 10:1

7.- El apóstol Pablo nos asegura que «la letra mata, mas el Espíritu vivifica» (2 Corintios 3:3-8).Aquí se enfatiza el hecho irrefutable que el antiguo pacto (la letra) sólo producía muerte, por lo que Dios estableció en la sangre de su Hijo un nuevo pacto, administrado por su Espíritu que produce vida en vez de muerte. Un ministerio de muerte jamás podrá producir vida, gozo, paz y santificación, sólo produce muerte.

De acuerdo a la evidencia bíblica se corrobora que el beneficio espiritual del antiguo pacto era temporal, y era necesario renovarlo anualmente hasta que llegase el sacrificio perfecto del Cordero que ahora está sentado sobre el trono eterno. Por esta razón requería un nuevo pacto, porque el antiguo no podía quitar el pecado.

Aunque el antiguo pacto fue establecido por Dios y su contenido es perfecto (y reflejaba su santidad) la inhabilidad de dicho pacto reflejaba la incapacidad del hombre pecador de poder cumplir sus requerimientos espirituales, por lo que era un ministerio de muerte. Aun así, Dios planificó revelar, a través del constante ritual del pacto viejo que un día habría de pasar a la historia, la naturaleza del nuevo pacto prometido.

El sacerdocio, los sacrificios, la sangre… todo cuanto ese ritual ocurría, señalaba hacia Cristo,. Recuerda como la sangre esta esparcida sobre el propiciatorio, colocando éste entre medio de las tablas de piedra en el arca y la mirada de un Dios soberano y santo que no toleraba, ni aun tolera, el pecado. Sólo esta sangre podía satisfacer la ira de Dios. Así, sólo la sangre de Cristo podría obrar reconciliación con Dios, abriendo el camino a la comunión con Él por toda la eternidad. Y esa sangre es su sangre del nuevo pacto. En esto vemos clara la diferencia entre los pactos. El antiguo, hecho con los hombres, no podía salvar por causa del pecado, el nuevo, hecho entre el Hijo y su Padre, puede salvar eternamente.

Concluimos que el antiguo pacto, que se da por caducado con el establecimiento del nuevo en la sangre de Cristo, es precisamente el pacto establecido con Israel en el Sinai, a saber: el pacto mosaico, los Diez Mandamientos. Este pacto no fue modificado, ni mejorado ni cristianizado. Fue anulado. Su vigencia, determinada por Dios, llegó a su final.

De hecho, si el pacto mosaico (los Diez Mandamientos, o más bien, el pacto antiguo) no fue sustituido por uno nuevo y su vigencia aun permanece, cualquier cambio o alteración a la misma conllevaría el más severo castigo de Dios, pues dicha ley, o pacto, prohibía cambio alguno, bajo pena de muerte; y esa prohibición jamás fue anulada.

O el pacto antiguo está vigente y su rigor y condenación pesan contra nosotros o el pacto nuevo en la sangre de Cristo dio por terminado el antiguo, suplantándolo con sus mejores promesas que descansan en sangre derramada de un Redentor eterno.

No se crece en gracia bajo la dictadura en la conciencia de un ley ya caduca.
«…y no estéis otra vez sujetos al yugo de esclavitud…» Gálatas 5:1

La verdadera libertad del cristiano se disfruta del sacrificio perfecto de Cristo en la cruz, seguro de que Él cumplió, o satisfizo os requerimientos de la ley.

Debido a que el antiguo pacto caducó como tal, entonces su condición como el pacto que estableció la relación entre Dios y el pueblo hebreo cesó cuando Cristo estableció el nuevo pacto en su sangre. Esto no quiere decir que el contenido espiritual de las palabras en las tablas de piedra dejó de existir, Jesús vino a cumplirlas, y al hacerlos ya no tiene mas efecto.

REALIDADES DEL NUEVO PACTO

En el libro de Hebreos vemos varios contrastes:

-Contraste entre el Pacto Mosaico y el Nuevo Pacto
-Entre el Sacerdocio Aaronico y el Sacerdocio de Cristo Jesús
-Entre el sacrificio de animales y el sacrificio de Cristo
-Entre la sangre derramada para cubrir el pecado y la Sangre de Cristo que quita el pecado del mundo
-Entre el tabernáculo terrenal y el Tabernáculo Celestial
-Entre el Sacerdote levítico que entraba una vez por año y el Apostolado y Sacerdocio de Cristo Jesús que se sentó en el Trono de la gracia
-Entre el antiguo pacto como sombra y figura y la realidad del Nuevo Pacto.

1 COMENTARIO

  1. 1° Juan 2:3-6 3 Y en esto sabemos que nosotros le conocemos, si guardamos sus mandamientos.

    4 El que dice: Yo le conozco, y no guarda sus mandamientos, el tal es mentiroso, y la verdad no está en él;

    5 pero el que guarda su palabra, en éste verdaderamente el amor de Dios se ha perfeccionado; por esto sabemos que estamos en él.

    6 El que dice que permanece en él, debe andar como él anduvo.

    Apocalipsis 12:17 Entonces el dragón se llenó de ira contra la mujer; y se fue a hacer guerra contra el resto de la descendencia de ella, los que guardan los mandamientos de Dios y tienen el testimonio de Jesucristo.

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