[Grafica Cristiana]Si te duele el corazón

«Cada corazón conoce sus propias amarguras, y ningún extraño comparte su alegría. También de reírse duele corazón, y hay alegrías que acaban en tristeza» Proverbios 14:10,13.

¿Por qué Dios permite que yo sufra tanto?

El dolor mas intenso que se puede padecer, no son los golpes que extraños nos den, la injusticia, ni la enfermedad. La soledad más grande no es el vacío de compañía humana, sino el sufrimiento que no es comprendido. La soledad radical del hombre en la intimidad es cuando cae en la profunda tristeza de la incomprensión.

Muchas veces he intentado identificarme con el dolor de mi prójimo, en la consejería pastoral, he procurado hacer lo que dice el apóstol Pablo: «Con los que están alegres, alegraos, con los que lloran, llorad» (Romanos 12:15); pero el ser humano guarda en su intimidad impenetrable secretos que se niega a revelar, ha caído en la cuenta que nadie lo comprenderá, y decide quedarse en la oscuridad de su inmensa soledad.

Cuando guardamos residuos escondidos, amarguras ocultas y las disfrazamos de carcajadas explosivas ocurre lo que describe el Proverbio:

«conoce el corazón su propia amargura y en su gozo no se mezcla el extraño. También entre risas llora el corazón y la alegría termina en aflicción»

No importa cuánta risa forzada expreses, que haciendo esfuerzos y «tripas corazón» por alegrarte terminarás exhausto, al final todo terminará otra vez en desolación.

Si por un momento el gozo avasalla y desborda, el tiempo se encargará de ponerle término a la hipocresía. Entonces la soledad se redoblará, la pena de haber sido felices se esconderá y aparecerá el miedo de entregarse de nuevo a la alegría.

Este Proverbio ha sido escrito para que lo leas y reacciones, no debes vivir escondiendo tus pesares, ¡Dios te ha dado libertad de toda maldición!

¡Eres libre, para llorar delante del Consolador! El te dice: «Dichosos los que lloran, porque ellos recibirán consolación» Por favor ora conmigo:

Oración: He vivido atrapado en una inmensa soledad, he escondido mis más íntimos pensamientos, pero delante de ti esta mi vida y no quiero mentirte ni mentirme más. Limpia mi alma Padre. Dame consuelo en la aflicción. Amén.

Martha Bardales

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