Devocional Diario 27 de Setiembre del 2005

En alemán “blockhaus” significa “casa que forma bloque”. En otros tiempos era una pequeña obra militar defensiva, apuntalada con vigas y postes de madera redondos o aun con hormigón. Durante la última guerra mundial fue construido un gran número de blockhaus en las playas de la costa Atlántica.

Destinados a impedir un desembarco militar, eran macizos e impresionantes. Cincuenta años más tarde, muchos de ellos han sido invadidos por la arena o, minados por las olas, se han derrumbado.
Los blockhaus eran poderosos, pero su fundamento era la arena. Los arquitectos saben que se puede construir sobre la arena, pero con la condición de que el edificio no sea socavado por el agua. Es lo que dice el evangelio: la casa en la arena se mantiene bien mientras no vengan ríos (Mateo 7:27).

Podemos tener una hermosa apariencia mientras no venga la prueba. Ella es la que revela el fundamento de nuestra vida: ¿arena o roca? Todas las opiniones actuales o del pasado y las referencias humanas representan la arena. La roca es la enseñanza de Jesús, el enviado del Dios eterno.¿Queremos que nuestra vida sea sólida en el plano espiritual? Confiemos en Jesucristo. Entonces podremos avanzar con seguridad y humildad en el camino de la vida.