El amor grata medicina que sana el alma

El amor grata medicina que sana el alma

Un día la maestra le pidió a sus alumnos que anotaran los nombres de los demás estudiantes de la clase en dos hojas de papel y que dejaran espacio entre cada nombre. Luego les dijo que pensaran lo más lindo que pudieran decir de cada uno de sus compañeros de clase y que lo escribieran. Tomaron el resto del tiempo de clases ese día para terminar ese ejercicio.

El sábado, la maestra escribió los nombres de cada estudiante en papeles separados y anotó la colección de comentarios hacia cada individuo. El lunes le entregó a cada estudiante su lista. Unos minutos después, la maestra se percató de que los estudiantes estaban sonriendo. Algunos decían en voz baja: ¿De verasí, otros decían: No sabía que significo algo para otros, también comentaban: No sabía que le caigo bien a otros.

Jamás volvieron a mencionar esos papeles en el salón de clases. La maestra nunca supo si los estudiantes hablaron de ello después de la clase o si lo hablaron con sus padres, pero eso no era importante, porque se había cumplido el propósito del ejercicio. Los estudiantes estaban felices consigo mismos y con los demás.

Años más tarde, uno de los estudiantes fue asesinado en Vietnam y su maestra acudió al funeral de ese alumno tan especial. Ella nunca había visto un féretro militar. ¡El se veía tan guapo, tan maduro! La capilla estaba repleta de sus amistades. Uno a uno caminaron hasta el féretro. La maestra fue la última en pasar. Mientras estaba allí parada, uno de los soldados se allegó a ella. ¿Es usted la que fuera maestra de matemáticas de Marcosí, le preguntó el soldado, y ella le hizo un gesto afirmativo. Entonces él le dijo: Marcos hablaba mucho de usted.

Luego del funeral, la mayor parte de los ex-compañeros de clases se fueron a compartir durante el almuerzo. La madre y el padre de Marcos también se unieron al grupo. Obviamente querían hablar con la ex-maestra de su difunto hijo. Queremos mostrarle algo, dijo el padre de Marcos mientras sacaba su cartera del bolsillo.

Encontraron esto en el uniforme de Marcos el día que lo mataron. Pensamos que usted podría reconocerlo.? Con mucho cuidado sacó dos pedazos de papel que habían sido pegados con cinta adhesiva y estaban descoloridos por el tiempo. Era obvio que Marcos los había leído en múltiples ocasiones. Su maestra sabía, sin mirar, que esos eran los papeles que ella le había entregado con todos los comentarios que cada compañero de clases había escrito acerca de Marcos.

Muchas gracias por hacer lo que hizo, dijo la madre de Marcos. Como podrá notar, fue algo que Marcos siempre atesoró. Todos los ex-compañeros de clases comenzaron a acercarse. Carlos sonrió y dijo: Todavía tengo mis listas. Las conservo en la gaveta del escritorio que tengo en casa. La esposa de Aníbal dijo: Mi esposo me pidió que guardara sus listas en nuestro álbum de bodas. Marlyn dijo: yo también conservo las mías, están en mi diario. Entonces Victoria, otra compañera de clases abrió su cartera, sacó sus viejas y arrugadas listas y se las mostró a todos diciendo: Llevo esto conmigo todo el tiempo, de hecho, creo que todos aún conservamos las listas.

Fue entonces cuando la maestra se sentó y comenzó a llorar por Marcos y por todas las amistades que nunca lo volverían a ver. La densidad de personas en la sociedad es tal, que a menudo olvidamos que la vida, según la conocemos, terminará.

Con demasiada frecuencia llegamos a la iglesia y solamente vamos preocupados o mas bien, concentrados en la música y en la predicación, y nos olvidamos de alimentar el amor fraterno de los unos con los otros. Quién sabe si un buen día llegó un visitante y se sentó en tu lugar favorito y lejos de darle la bienvenida te convertiste en piedra de tropiezo diciendo algo como: Me hace el favor y se sale de ese asiento, porque ahí voy yo. No basta con ser buen amigo (a) del pastor rector, de la junta de oficiales o pertenecer al diaconado. La palabra de Dios dice en Mateo 25: 42-45 porque tuve hambre, y no me diste de comer; tuve sed, y no me diste de beber; fui forastero, y no me recogisteis; estuve desnudo, y no me vestisteis; enfermo y en la cárcel, y no me visitasteis. Entonces también ellos le responderán diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, sediento, forastero, desnudo, enfermo o en la cárcel, y no te servimosí. Entonces les responderá diciendo: De cierto os digo que
en cuanto no lo hicisteis a uno de estos más pequeños, tampoco a mí lo hicisteis. ¿No te parece que la falta de consideración por los demás va a la par con lo que Jesús dijo en este pasaje. Tal vez es tiempo de dejar una permanente y hermosa huella, tal como lo hizo la maestra de Marcos, en lugar de dejar un sabor amargo en la vida de aquellos que Dios pone en tu camino.

Quién sabe si a tu lado solía sentarse una querida hermana o hermano en la fe y un día te quedaste esperando que llegara, pero no llegó porque pasó a morar con nuestro Dios. De repente te percatas de todas las oportunidades que tuviste para decirle cuán importante era para tu vida compartir el amor de Dios con ella o con él, pero no lo hiciste pensando: Mañana se lo diré. Lejos de aprovechar esos momentos para convertirnos en vasijas de barro al servicio de Dios, escogemos no dar paso al YO SOY para que él pueda expresarles Su amor a través de ti.

¿Cuándo fue la última vez que le dijiste a un hermano (a) que le amas, que se ve muy bien, que es importante no sólo para Dios sino para ti también?
¿Cuándo fue la última vez que le escribiste una notita diciéndole gracias o qué bueno que eres parte del Cuerpo de Cristo?
¿Cuándo fue la última vez que notaste a una persona de la iglesia triste y te acercaste para orar por él o por ella? ¿Cuándo fue la última vez que le dijiste a ese hermano (a) que su dolor también es tu dolor?
¿Cuándo fue la última vez que notaste la ausencia de alguien y lo llamaste a su casa para saludarlo (a) y decirle que su presencia hizo mucha falta en la iglesia?
¿Cuándo fue la última vez que te acercaste a un visitante y le dijiste: ?Bienvenido (a), mi nombre es fulano de tal; quiero que sepa que a partir de hoy, tiene un amigo (a) y hermano (a) en la fe de Cristo y estoy a su servicio?

¿Sabesí?si no practicas estas cosas básicas en la Casa de Dios, de cierto fracasarás en tu intento por dejar que la luz de Cristo brille en ti ya sea en tu casa, en la oficina o dondequiera que vayas.

¡A Dios sea la gloria!

Pensamiento: ¿Conoces a cada hermano y hermana de la Célula de Oración por su nombre?

OREMOS: Para que compartamos expresiones de amor sincero y mostremos más compasión, especialmente con la familia dentro del Cuerpo de Cristo.

Mis oraciones quedan junto a las de ustedes,

Nancy García-Casillas

nancy2003@coqui.net

Ministerio: Cristo es Vida

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí