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Fiebre alta, tos persistente, malestar general… Los calmantes no surtieron efecto, ¡el mal no cesó! Fue preciso ir al médico. Éste hizo su diagnóstico y ordenó cierta medicina. La consulta no curó la enfermedad, era necesario tomar los medicamentos, conforme a lo recetado.
El paciente pasó por distintas etapas obligatorias: tuvo que reconocerse enfermo, consultar a un médico competente, aceptar su diagnóstico y respetar cuidadosamente su receta.
Son exactamente los mismos paso que se deben dar para curar la enfermedad espiritual de la humanidad. Porque el hombre está enfermo: desde su nacimiento fue contaminado por un temible ?virusí que ataca su alma y lleva en sí la muerte espiritual. Este virus es el pecado, una incapacidad de hacer sólo el bien y someterse a Dios en todo.
¿Quién puede tratar esta enfermedad? Sólo Dios ?Dios nuestro Salvador… quiere que todos los hombres sean salvos? (1 Timoteo 2:3-4).
¿Cuál es el diagnóstico? ?Todos pecaron … la paga del pecado es muerte? (Romanos 3:23; 6:23).
¿Cuál es la receta? ?La dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús?. Por su muerte, Jesús ?se dio a sí mismo en rescate por todos? (Romanos 6:23; 1 Timoteo 2:6)
¿Cómo sanar? ?Por medio de la fe en Jesucristo? (Romanos 3:22).
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