[Grafica Cristiana] La justificacion objetiva y la subjetiva

ALIMENTO DIARIO

Leer con oración: 2 Ti.2:19,21; Ro.3:24

Así que, si alguno se limpia de estos, será instrumento para honra, santificado, útil al Señor, y dispuesto para toda buena obra? (2 Ti.2:21-VR)

LA JUSTIFICACIÓN OBJETIVA Y LA JUSTIFICACIÓN SUBJETIVA

Para ser útiles al Señor como vasos de oro, necesitamos invocar Su nombre. Pablo experimentó invocar el nombre del Señor y se hizo uno con Cristo. Él fue bautizado invocando el nombre del Señor, y se hizo uno con la iglesia y uno con el Espíritu. Por eso él nos dice lo importante que es invocar el nombre del Señor.

En 2 Timoteo 2: 19 dice: «Pero el fundamento de Dios está firme, teniendo este sello: Conoce el Señor a los que son suyos; y: Apártese de iniquidad todo aquel que invoca el nombre de Cristo». ¿Qué es el sello? Es algo que no se puede cambiar. El fundamento es algo inmutable y tiene un sello, que es aún más inmutable: el Señor conoce a quienes le pertenecen. En Juan. 10 el Señor dice que el pastor conoce a Sus ovejas. Ellas oyen Su voz y salen del redil El Señor conoce a quienes le pertenecen. ¿Quiénes son ellosí Los que invocan Su nombre. Los que invocan el nombre del Señor conocen al Señor, y el Señor los conoce a ellos, está familiarizado con ellos. Entonces este fundamento está firme; no tiene equivocación. Además, quien invoca el nombre del Señor se aparta de toda injusticia (2 Ti 2: 19b). Si queremos apartamos de injusticia, si queremos ser justificados, debemos confesar el nombre del Señor.

Ya fuimos justificados mediante la redención de Cristo Jesús (Ro 3:24), mediante la fe (5: 1), por la sangre de Cristo (v. 9). Esta es la justificación objetiva. Ahora necesitamos tener nuestra justificación personal, subjetiva. ¿Cómo podemos ser justificadosí Hay solamente una manera, sólo hay un fundamento. Ese fundamento está firme. ¿Cuál esí «¡El Señor Jesús!» Por eso, cuando invocamos el nombre del Señor, poco a poco nos apartamos de la injusticia. Esta es la justicia subjetiva, añadida a nosotros poco a poco, cada día.

No solamente somos justificados invocando el nombre del Señor, sino que también nos purificamos a nosotros mismos. En 2 Timoteo 2:21 leemos: «Así que, si alguno se limpia de estas cosas, será instrumento para honra, santificado, útil al Señor, y dispuesto para toda buena obra». ¿Cómo podemos purificamos a nosotros mismosí Invocando el nombre del Señor. Cuanto más lo invocamos, más nos apartamos de la injusticia. En los tiempos de Adán, algunos hombres percibieron que eran frágiles y mortales; comenzaron entonces a invocar el nombre del Señor quien los guardaba. En la era de la ley, algunos también descubrieron que el hombre no era capaz de agradar a Dios por su naturaleza de madera; estos invocaban el nombre del Señor. Gracias al Señor, ahora en el Nuevo Testamento, cuando invocamos el nombre del Señor somos rescatados de la ley y nos convertimos en vasos de plata. Pero aún no es suficiente, queremos ser tomados totalmente por la naturaleza divina. El fundamento está puesto. Este fundamento es firme y sobre él hay un sello. Cuando invocamos el nombre del Señor practicamos la justicia subjetiva. Cuando invocamos el nombre del Señor, nos purificamos de nosotros mismos y recibimos más la naturaleza divina.

¿Usted quiere ser útil en la iglesia? Usted, que ya es un vaso de plata, necesita ser también un vaso de oro. No fuimos nosotros quienes nos hicimos vasos de plata, sino que el Señor Jesús nos compró y nos rescató. Pero queremos ser vasos de oro. Necesitamos ser justos, practicando acciones justas. Para eso necesitamos invocar el nombre del Señor.

Dong Yu Lan

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