Señor:
Bendice esta jornada de trabajo,
bendice mis esfuerzos para que rindan fruto de excelencia.
Dame amor y talento para hacer de la mejor manera mi tarea, y para realizarla con honradez y acierto,
y bendice mi empeño de cuidar los detalles y esmerarme tras la perfección.
Hijo Mío:
Cuida bien de este día y de su que hacer.
Este día de trabajo es la luz y es la vida,
el goce de forjar y crear la gloria de la acción y la verdad honesta y generosa de la tarea del hombre.
Un día de trabajo bien empleado te da felicidad,
sueño tranquilo y te atrae bendiciones lo mismo en la tierra que en el cielo
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