DESNUDOS DELANTE DE DIOS

LA NUBE DE TESTIGOS TIENE DOLORES DE PARTO POR ESTA GENERACIÓN

DESNUDOS DELANTE DE DIOS

Con todo lo que está pasando ahora mismo en el mundo, realmente siento que estamos en una época de ser despojados y perfeccionados delante del Señor. Dios está confrontando a la iglesia y al mundo durante este tiempo, y nos reta a renunciar a las cosas mundanas con las que nos hemos cubierto, permitiendo que Él nos desnude y nos cubra con Su gloria. Estos son tiempos de grave trascendencia, y Dios tiene planes increíbles que llevar a cabo durante esta generación, pero la iglesia parece estar dormida, y Dios la está despertando. Hemos llegado al punto final de una era y a una transición, y además Dios está acelerando Sus planes en la tierra.

LA NUBE DE TESTIGOS CON DOLORES DE PARTO POR ESTA GENERACIÓN

En septiembre estuve ministrando en una conferencia de Joel’s Army (Ejército de Joel) en Inglaterra, y experimenté un encuentro increíble en medio de la adoración. El grupo de alabanza tocaba, el pueblo alababa a Dios en voz alta, y yo empecé a oír a gente gritando mi nombre. Pude oír de forma audible que gritaban:

«¡RYAN, RYAN, RYAN!». Pero miré a mi alrededor no vi a nadie que me llamara.

Entonces descubrí que estaba teniendo un encuentro espiritual, y entré en una visión con ojos abiertos. Vi la Nube de testigos y los generales de Dios del principio de los tiempos, quienes estaban colocados uno al lado del otro en una fila muy larga. Cada generación, desde el principio del tiempo, estaba representada en esta línea.

Toda persona era alguien quien, durante su vida, había entrado a su tierra prometida y había probado los poderes de la era que está por venir, y al igual que los espías, había regresado y había traído algo que había impactado a toda su generación con el amor y el poder de Dios.

Noté que el espacio en la fila entre cada persona representaba muchos años, y la fila llegaba hasta el presente. Era obvio para mí que con cada generación previa había muy pocos que afectaran a una generación entera. Entonces noté que la fila continuaba más allá de este día con personas, pero no había nadie que llenara los espacios vacíos.

Entonces vi la nube de testigos entrando en estado de dolores de parto, mientras intercedían fervientemente por esta generación de nuestro día. No sólo llamaban mi nombre, sino innumerables miles de otros nombres. De pronto, vi venir muy rápidamente la mano del Señor que recogía a la gente sacándolos del mundo y llenando los espacios vacíos en la fila de los Generales de Dios.

Había una grandísima aceleración mientras que Dios empezaba a llenar cada lugar vacío con miles de avivadores y personas de nuestros tiempos que sacudirán a las naciones.

Los tiempos se están acelerando en la tierra, y por eso, Dios está haciendo todo lo necesario para llamar a esta generación a que despierte y le busque como nunca antes. Por eso, Dios está comenzando a despojar a Su iglesia de toda cosa mundana que le impida tener una devoción plena hacia Él.

Solamente cuando la iglesia descubra su desnudez comenzará a clamar en santa desesperación por Dios, para que fascine y capacite a toda una generación. Debemos primero ser despojados y después darnos cuenta de nuestra profunda necesidad de Dios. «Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos». — Mateo 5:3

El mensaje del momento es que «El reino de los cielos está aquí». Ser pobre en espíritu es reconocer nuestro nivel de vacío y clamar por Su llenura. El Señor recorre con su mirada toda la tierra, y está listo para ayudar a quienes le son fieles (2 Crónicas 16:9).

LA MANO DE LA GRACIA SE ESTÁ APARTANDO «LEVEMENTE», Y HA VENIDO LA SACUDIDA DEL SEÑOR

Creo que la mano del Señor, en forma de gracia, nos ha cubierto durante muchos años, permitiendo que sigamos por nuestros propios caminos. Durante este tiempo, Dios le ha dado a la iglesia la oportunidad de arrepentirse y de volverse de todo corazón a Él por sí misma. Sin embargo, la iglesia y el mundo han seguido alejándose más y más de Él.

La iglesia ha clamado que venga el Señor, y Él ha venido y viene. Ahora, la iglesia se enfrenta a los resultados de la venida del Señor. Leamos Isaías 64:1-3:

«¡Si rasgaras los cielos y descendieras y ante Tu presencia se derritieran los montes, como fuego abrasador de fundiciones, fuego que hace hervir las aguas! Así harías notorio Tu nombre a Tus enemigos y las naciones temblarían ante Tu presencia. Cuando, haciendo cosas terribles cuales nunca hubiéramos esperado, descendiste, se derritieron los montes delante de Ti.»

Cuando el Señor comienza a venir, trae un sacudir y un derretir de todo lo mundano entre nosotros. Veamos Malaquías 3:1-3:

«‘Yo envío mi mensajero para que prepare el camino delante de mí. Y vendrá súbitamente a su templo el Señor a quien vosotros buscáis; y el ángel del pacto, a quien deseáis vosotros, ya viene’, ha dicho Jehová de los ejércitos. ¿Pero quién podrá soportar el tiempo de su venida? o ¿quién podrá estar en pie cuando él se manifieste? Porque él es como fuego purificador y como jabón de lavadores. Él se sentará para afinar y limpiar la plata: limpiará a los hijos de Leví, los afinará como a oro y como a plata, y traerán a Jehová ofrenda en justicia.»

Cuando empieza a venir el Reino de Dios, sacude en nuestras vidas todo que no sea de Dios, y nos deja solamente aquellas cosas que Dios ha hecho en nuestra vida (Hebreos 12:25-29). Yo creo firmemente que Dios está ahora mismo preparándonos para el siguiente gran mover de Dios que va a extenderse por toda la tierra. Sin embargo, antes de poder vestir a la iglesia con otros niveles de Su gloria, primero nos despoja de toda cosa mundana a la que nos hayamos aferrado.

LA ERA DE LAODICEA

Actualmente estamos en el tiempo de la era de Laodicea. Esta generación es una de las más dañadas en caminar sobre la tierra, pero también somos la generación que tiene el potencial de caminar en un nivel sin precedentes de poder y gloria, sólo, sin embargo, si nos sometemos a la poda actual del Señor.

Dios está apartando Su mano solamente lo suficiente como para que una fracción de Sus juicios toquen la tierra. Lo hace porque las cosas que tal vez antes permitió en las vidas de los creyentes del pasado ya no permite. Cuando Dios comienza a apartar Su mano de gracia, estamos en un momento de gran decisión. No es un momento en el que Dios va a permitir que los cristianos nominales, sin compromiso serios, estén en «Su» iglesia.

Aquellos creyentes que no abracen al Señor en esta época probablemente se endurecerán más hacia Él. Recuerda que en cuanto Jesús vino a la tierra como carne, eran las personas religiosas los que endurecieron sus corazones y le persiguieron. En estos días será igual. Aquellos que han estado tibios se pondrán más fríos o arderán más por el Señor.

Estamos en el momento de tomar una decisión. Muchos están llegando estos días a un reconocimiento de que sus vidas están vacías y que sienten un arder el Señor en sus corazones. Estos creyentes se acercan más a Él, y aprenden a llevar una vida de intimidad y pasión con el Señor.

La Biblia dice en el libro de Joel que muchos están en el valle de la decisión y siempre hemos predicado esto como si fueran los no creyentes los que estuvieran ahí. Sin embargo, también quiero decir que muchos creyentes están en el valle de la decisión, y que el Señor no va a dar a la iglesia la opción de sentarse en el centro del camino. Se están trazando las líneas de batalla y debemos escoger enfriarnos o arder más para Él.

Cuando el Señor le habló a la iglesia de Laodicea, la reprendió porque ellos pensaban que lo tenían todo, cuando en realidad era desventurada, miserable, pobre, ciega y estaba desnuda. Primero tuvo que advertirles acerca de su estado de desesperación antes de que se arrepintieran y le siguieran de todo corazón.

La mayoría de la iglesia, ahora mismo, se ha hundido en un estado de apatía y pasividad porque, en general, la iglesia occidental vive una vida de autosuficiencia.

Me llamó mucho la atención la autosuficiencia de la iglesia occidental tras ministrar en Yakarta, Indonesia, en enero. No había visto un hambre de Dios como en los indonesios en ninguna parte de Norte América ni de Europa. Los indonesios oraban y buscaban a Dios como si estuvieran totalmente arruinados espiritualmente y no pudieran vivir ni un momento más sin un toque del cielo.

La mayoría de los pastores en la iglesia occidental tiene que motivar y animar a sus congregaciones para que por lo menos actúen como si tuvieran hambre de Dios. La iglesia en Norte América está sentada en medio del camino y se ha hecho autosuficiente, creyendo que no necesita nada. A continuación está la declaración que le hizo Jesús a esta iglesia:

«Yo conozco tus obras, que ni eres frío ni caliente. ¡Ojalá fueras frío o caliente! Pero por cuanto eres tibio y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca. Tú dices: Yo soy rico, me he enriquecido y de nada tengo necesidad. Pero no sabes que eres desventurado, miserable, pobre, ciego y estás desnudo. Por tanto, yo te aconsejo que compres de mí oro refinado en el fuego para que seas rico, y vestiduras blancas para vestirte, para que no se descubra la vergüenza de tu desnudez. Y unge tus ojos con colirio para que veas. Yo reprendo y castigo a todos los que amo; sé, pues, celoso y arrepiéntete.» Apocalipsis 3:15-19

NO ES UNA REPRIMENDA DESPIADADA, SINO MÁS BIEN UNA ADVERTENCIA AMOROSA

Yo no veo el pasaje anterior como una reprimenda despiadada, sino más bien como una advertencia amorosa de un Dios amoroso que quiere advertir a Su Esposa de su estado, para que despierte y busque al Señor.

La advertencia de la cita anterior de Apocalipsis significa que si la iglesia reconoce su desnudez y comienza a buscar al Señor con hambre desesperada, entonces oirá el sonido del Señor que llama a la puerta, y cenará, gobernará y reinará con Él.

BUSCAR PRIMERO EL REINO DE DIOS

En unos tiempos en que todos están haciendo lo que les parece y solamente quieren vivir según el sueño americano, Dios busca una Esposa que haga exactamente lo opuesto. Uno de los mayores enemigos de la iglesia occidental es «lo bendecidos que somos». El mundo occidental ha vivido en un estado de gracia y bendición durante tanto tiempo que la iglesia ha caído en un estado de apatía y pasividad. La iglesia se ha unido a febril competitividad del mundo que dice: «Haz lo que tengas que hacer, no sólo para sobrevivir, sino para llegar a la cumbre». Así que nos hemos convertido en una generación totalmente obsesionada con nosotros mismos.

La Biblia dice que los creyentes somos «peregrinos» en este mundo. Somos ciudadanos de otro mundo y hemos de vivir nuestras vidas cotidianas en un lugar de morar en los lugares celestiales y gobernar sobre la tierra con amor y poder celestial. El reto para la iglesia en este momento es sujetarnos a la poda y el despojamiento del Señor, apartando nuestros ojos y corazones de toda cosa temporal, comenzando a «buscar primero el reino de Dios y Su justicia».

Cuando la iglesia comienza a vivir para las cosas celestiales en lugar de la satisfacción terrenal, entonces la gracia y el favor del cielo serán derramados sobre nosotros con abundancia.

«No os angustiéis, pues, diciendo: «¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos?», porque los gentiles se angustian por todas estas cosas, pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas ellas. Buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas. Así que no os angustiéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su propia preocupación. Basta a cada día su propio mal.» Mateo 6:31-33

NUESTRA RESPUESTA A LAS SACUDIDAS

Sé que hay personas que están intentando entender porqué están produciéndose en la tierra todos estos huracanes, terremotos, tsunamis y otros desastres ahora. Algunos creen que Dios nos está juzgando, otros creen que son el resultado de las acciones pecaminosas del hombre y otros creen que son ataques del diablo. Yo creo que son un resultado de las tres cosas.

En efecto, creo que el diablo está intentando sembrar desolación. Sí, creo que algunos de los desastres que están ocurriendo son el resultado de las acciones pecaminosas del mundo. Y también creo que Dios los está utilizando para enseñar al mundo justicia, y a dirigirlos de regreso a Él.

«Con mi alma te he deseado en la noche y, en tanto que me dure el espíritu dentro de mí, madrugaré a buscarte; porque luego que hay juicios Tuyos en la tierra, los moradores del mundo aprenden justicia.» Isaías 26:9

En lugar de unirnos al resto del mundo, dejando que nuestras emociones nos controlen como respuesta de estas sacudidas mundiales, dejemos que estos eventos nos despierten a la realidad y seriedad de los tiempos en los que vivimos. Permitamos que estas cosas nos hagan buscar al Señor con todo lo que hay dentro de nosotros. Dejemos que estas cosas nos hagan buscar al Señor con todo lo que hay dentro de nosotros y que tomemos nuestro destino divino de caminar sobre esta tierra completamente envueltos en la gloria de Dios.

LA DESNUDEZ DA OPORTUNIDAD DE PLENITUD

Permitan que finalice con lo siguiente. Antes de la caída, Adán y Eva estaban desnudos y no lo sabían. Yo creo que esto es porque sus mentes y corazones estaban tan embelesados con el Señor que estaban vestidos literalmente en la gloria de Dios. Y lo único que conocían era una conciencia las 24 horas al día de la presencia de Dios y los encuentros cara a cara con Él.

Tras la caída, lo primero que descubrieron, era que estaban desnudos, y sintieron vergüenza. Inmediatamente buscaron algo para cubrir su desnudez y se taparon con hojas de higuera. Dios vino a verles como siempre hacía y los halló escondidos y avergonzados a causa de su desnudez. Una de las primeras cosas que hizo Dios fue quitar las hojas de higuera y vestirlos con las pieles de animales.

Dios los vistió con pieles de animales porque esto requería sangre, y el derramamiento de sangre era lo único que podía cubrir su pecado. El diseño divino de Dios era de manar a Jesús a derramar Su sangre perfecta y sin pecado para cubrir y lavar nuestros pecados para siempre. Esto era para que otra vez pudiera cubrir Su Gloria nuestra desnudez.

Dios otra vez busca por toda la tierra a aquellos que no se han cubierto de las cosas del mundo sino que están dispuestos a someterse a Su obra de despojar y podar para vestirlos de gloria en gloria. ¿Estás desnudo ante el Señor? Tienes que desesperar y llegar a descubrir que no estás cerca de cumplir tu llamado más sublime. ¿Eres realmente pobre de espíritu y estás desesperado por un toque del cielo?

Permite que el Señor te toque de nuevo y ponga Su dedo sobre las áreas de tu alma que no son de Él. Esta es una época de invitar el fuego refinador de Dios en tu vida porque Él es un fuego consumidor y está celoso por tenerte.

Por Ryan Wyatt

Abiding Glory Ministries

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