El regalo mas grande

El regalo mas grande

«Muchas veces perdemos la flor

pero aun se nos queda su olor

y quizás al morir es mejor

el perfume que dio».(Trío Mar del Plata).

Durante el curso de este mes, hemos experimentado con mi familia un hecho único, irrepetible y muy conmovedor. El Señor ha querido llamar a su presencia a mi querida esposa, mi fiel compañera por mas de 45 años. El 7 de Octubre, tras luchar tenazmente con una cruel enfermedad, Josefa (Pepita) Piccone de Robert, partió para estar con Cristo «lo cual es muchísimo mejor».

El dolor que produce esta inevitable separación, es atenuado por la certeza de que lo sucedido fue la voluntad del Señor, y como tal ha sido lo mejor para ella (después de sufrir por mas de 14 meses), y aunque nos duela profundamente, también lo mejor para nosotros, esposo, cuatro hijos y demás familiares.

Ahora comprendo mejor lo que debe haber sentido el profeta Ezequiel, cuando el Señor le dijo: «He aquí que yo te quito de golpe, el deleite de tus ojos» «Ezequiel 24:16». Personalmente, no esperaba que ella nos dejara tan pronto. Aparte de la salvación, Pepita fue para mi, el regalo mas grande que he recibido en esta vida, preparado y provisto por nuestro Padre Celestial sabio y amoroso.

Nos llamo mucho la atención que varios meses antes de que se conociera su enfermedad, ella había elegido como tema para su clase de adultos en la Escuela Bíblica Dominical el libro de Job.

El mismo arroja mucha luz sobre el problema de «Por que sufre el hombre justo». Entre otras cosas señala cual es la verdadera actitud del creyente bajo la vara de la aflicción y cual es el fin benévolo que el Señor persigue cuando permite que sus hijos sufran. Por creer esta verdad, aceptamos la partida de Pepita, como parte del plan sabio de nuestro Padre Celestial, con la confianza inalterable de que todas las cosas «entre ellas la muerte» obran para bien de los que aman a Dios y viven deseando hacer su voluntad.

Aunque ella no lo pensó ni planeo, se convirtió en una ilustración y un ejemplo viviente de las verdades que enseño en su clase durante varios meses.

Ella realizo sus estudios y preparación teológica en el Instituto Bíblico Buenos Aires (IBBA) y posteriormente se graduó como Licenciada en Psicología en la Universidad de Buenos Aires (UBA). Llego a ser instructora de Maestros de Lapen en varios niveles. Me acompaño en el ministerio pastoral por mas de 30 a?os en el servicio a cuatro distintas iglesias.

Como Psicíloga formo parte de ASIT, y por muchos años colaboro con el equipo de psicólogos de la Iglesia Metodista de Martínez. Fue profesora de varias materias en el Seminario SEIT y participo frecuentemente como oradora en iglesias, seminarios y congresos presentando temas sobre la adolescencia, la familia y el hogar.

Los muchos saludos que estamos recibiendo se refieren a ella, entre otras cosas, como una profesional seria y eficiente; con don de gentes, generosa, transmisora de valores, con gran capacidad para decir las cosas mas profundas con sencillez; el poder expresar ideas con claridad, y sostener, aconsejar y alentar a los hermanos de la iglesia y a sus pacientes animándolos a lograr siempre lo mejor.

Como esposa amorosa y madre solicita y cariñosa de cuatro hijos, en ella se cumplió con creces lo que se dice en Proverbios 31. 28-29 de la mujer ejemplar:? «Sus hijos la felicitan, su esposo la alaba y le dice: mujeres buenas hay muchas pero para mi tu las superaste a todas».

Ella aporto abundantemente y sin descanso al bienestar, armonía y felicidad de nuestra familia.

Desde que comenzamos a editar este boletín, ella se encargo de pasarlo en limpio, corregirlo y enviarlo a la larga lista de receptores, a quienes les hago saber que un miembro importante del Equipo Conciencia Misionera «ha sido promovido a la gloria» como acostumbran a decir nuestros hermanos salvacionistas, por lo tanto como bien dice la conocida canción:

Solo gloria mas allá, solo gloria mas allá,

toda lagrima, el Padre enjugara.

Solo gloria mas allá, solo gloria mas allá,

toda pena ya pasada, solo gloria mas allá.

Pastor Andrés Robert

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