QUE SE ENTIENDE O DEBE ENTENDERSE POR GUERRA ESPIRITUAL? (II PARTE)

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¿QUE SE ENTIENDE O DEBE ENTENDERSE POR GUERRA ESPIRITUAL?

Algunos dicen que es:

  1. Un despertar espiritual
  2. Un momento de Dios
  3. Un avivamiento espiritual
  4. La doctrina más importante para estos tiempos

 

¿DE DONDE VIENE EL NOMBRE DE GUERRA ESPIRITUAL?

Muchos responden: de la Biblia. Los estudiantes de las Sagradas Escrituras sabemos que constan en ella frases como las descritas a continuación:

  1. «No tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra potestades…» (Efesios.6:12)
  2. «Pelea la buena batalla de la fe…» (1º Timoteo.6:12)
  3. «Al cual resistid firmes en la fe…» (1º Pedro.5:8-9)

 

Si bien la frase Guerra Espiritual no aparece como tal en la Biblia (como tampoco aparece la palabra Trinidad, Unión Hipostática o Seguridad de Salvación) lo importante es analizar mas que nombres, las doctrinas y enseñanzas que se esconden detrás de un título que puede ser inclusive bíblico.

¿CÓMO SE POPULARIZO ESTE MOVIMIENTO DE LA GUERRA ESPIRITUAL?

En los últimos años una gran cantidad de libros ha invadido las librerías cristianas del mundo, algunos de los cuales han alcanzado hasta tres y cuatro ediciones. A continuación veremos algunos de los autores que han escrito libros influyentes acerca de la Guerra Espiritual.

Peter Wagner: Fue uno de los primeros en asegurar que los cristianos pueden ser endemoniados. Posteriormente se dedicó a escribir libros sobre la oración, relatando en ellos experiencias ocurridas en diferentes partes del mundo, atribuyendo a la oración poderes casi divinos. Sus tres libros más conocidos sobre este tema son: Escudo de oración, Iglesias que oran y Oración de guerra.

Neil T. Anderson: Sus libros escritos sobre Guerra Espiritual han cobrado una enorme difusión. Sus dos libros más conocidos son: Rompiendo las cadenas (sobre todo su capítulo cuarto) y Una vía de escape.

Héctor Torres: Su libro titulado Derribando fortalezas, es considerado uno de los libros claves de la Guerra Espiritual. Muchos creen que en el capítulo quinto de este libro titulado: «las armas de guerra», es una síntesis de lo que comprende el pensamiento de la Guerra Espiritual.

Dr. Ed Murphy: Autor del libro de Guerra Espiritual mas leído en el mundo. El título del mismo es Manual de guerra espiritual, libro que es considerado como la Biblia de la Guerra Espiritual, y que yo he visto bajo el brazo de algunos importantes líderes cristianos.

Gerardo y Carol Robeson: el tìtulo de su libro es La guerra espiritual (un enfoque bíblico para la lucha espiritual). Con toda sinceridad, creo que si este libro cae en manos de cristianos débiles, los puede confundir.

Otras personas influyentes en propagar el movimiento de la Guerra Espiritual son: David Bryant y sus conciertos de oración; el movimiento de oración AD 2000; Cindy Jacobs y sus generales de intercesión; Dick Eastman y el movimiento «Cada hogar para Cristo»; Steve Hawthorn y Graham Kendrick con sus énfasis en las caminatas de oración.

En síntesis la Guerra Espiritual, como una doctrina, vive y se sustenta en la publicación de los libros arriba mencionados y de otros más por supuesto.

LOS POSTULADOS DOCTRINALES DE LA GUERRA ESPIRITUAL.

1. La vulnerabilidad como consecuencia de un contacto con objetos.

Timothy Warner sugiere que «las personas que practican el ocultismo corren el riesgo de invitar a demonios a llenar un objeto con su poder, de modo que los demonios queden relacionados con ello». Según él «los espíritus malignos utilizan tales objetos para llegar a la gente» con el fin de oprimirla. Warner menciona varios ejemplos de familias misioneras que sufrieron ataques diabólicos como consecuencia de un contacto inadvertido con una daga ceremonial, un árbol o una cumbre endemoniada.

Charles Kraft, otro misionero reconocido, señala que los «objetos que se dedican a dioses enemigos (espíritus) contienen demonios. Los turistas y el personal militar muchas veces llevan consigo imágenes o implementos de otras partes que han sido usados en ritos paganos, o dedicados a dioses o espíritus».

Por un lado, Kraft parece enfatizar el peligro de traer objetos de afuera; pero, por otro lado, puntualiza que las cosas están cambiando en los Estados Unidos, de modo que uno puede «recibir demonios» en muchos lugares vinculados con el ocultismo o la nueva era. Nos advierte, por ejemplo, «que tantas tiendas de biosalud quedan contagiadas que hacemos bien en pedir la protección divina cada vez que entramos a una». El dice que los demonios también pueden conectarse con objetos a causa de una muerte o actos inmorales asociados con esos objetos. Él da la siguiente ilustración:

«Un demonio que eche de una mujer reclamó el derecho de habitar en ella porque vivía en una casa cuyo dueño anterior había cometido adulterio… He tenido que ver con otros demonios que reclamaban derechos sobre casas porque allí se había realizado una actividad oculta o había habido una muerte allí, y en una ocasión con un demonio que reclamaba su derecho sobre una iglesia por un adulterio cometido en ella.»

Kraft nos informa «que un edificio puede ser habitado por espíritus malignos. En tal caso que hay que pasar habitación por habitación, rompiendo cualquier poder malévolo, botando los espíritus e invitando al Espíritu Santo a tomar el control.» Es también posible endemoniar animales, a fin de darlos como mascotas a personas que uno quiere «contagiar». Kraft relata como echó un demonio de un gato, y cuenta de una mujer «que sospechaba que su lorito tenía un demonio y, a fin de comprobarlo, le mandó hacer un truco que nunca había aprendido. El lorito lo hizo de inmediato, y más tarde se le expulsó un demonio.»

Peter Wagner sugiere que hasta las artesanías turísticas o las estatuillas religiosas pueden estar endemoniadas. Cuenta cómo los demonios contagiaron su propia casa y fue a causa de objetos decorativos que había traído de Bolivia. Sugiere que los «demonios pueden ligarse a objetos, casas u otros edificios, animales y personas» y sostiene que «cualquier cristiano perceptivo que ya ha vivido en una cultura animista no duda de esto.» Según él, existe la posibilidad de que los cristianos tengan que echar demonios de sus casas porque cogieron demonios por medio de objetos contagiados, o simplemente por haber visitado un templo pagano donde el demonio se ligó a ellos.

Ed Murphy, otro misionólogo, también apoya esta doctrina. Él escribe acerca de encantos y otros objetos relacionados con los espíritus. Afirma que tales cosas, al ser dedicadas a los espíritus malos en el momento de su fabricación, muchas veces quedan asociadas con los demonios. Estos objetos pueden ser pinturas, obras de arte, esculturas, imágenes, encantos, fetiches, libros y aun formas extremas de la música rock.

Respuesta Bíblica:

Kraft sostiene que Dios confiere su poder a lugares y a cosas y da como ejemplos el arca del pacto (1° Samuel 4:7), el vestido de Jesús (Mateo 9:20-21) y los paños y delantales de Pablo (Hechos 19:11-12). La lista podría extenderse más: la vara de Moisés (Éxodo 7:19-20), el manto de Elías (2° Reyes 2:8), etc. En el animismo y la magia, el poder se liga al objeto o al lugar mismo, mientras que en la Biblia reside en las manos de Dios y los objetos o lugares sirven solo como símbolos para comunicarle a la gente la procedencia del poder.

Kraft afirma que el arca era un objeto con poder que les hizo mucho mal a los filisteos (1° Samuel 5:1-7). Pero la Biblia indica que no fue el arca en sí la que turbó a los filisteos, sino Dios mismo (1° Samuel 5:7 y 9). Igual sucedió cuando los israelitas le faltaron el respeto a Dios y miraron dentro del arca. No fue una fuerza conectada al arca la que los mató, sino Dios mismo (1° Samuel 6: 19-20).

Pero, ¿Qué del uso demoníaco de objetosí Kraft sostiene «que los artefactos que han sido dedicados a dioses ajenos (espíritus) contienen demonios». Esta anterior afirmación contradice lo expuesto en las sagradas Escrituras. El apóstol Pablo declara que podemos comer carne que fue dedicada a dioses paganos sin peligro alguno ( 1° Corintios 10:25-27), siempre y cuando nuestro proceder no sea motivo de tropiezo a otro que no tenga la misma convicción (1° Corintios 8:7-13) y que no participemos en ritos paganos, cosa que provocaría a nuestro Dios (1° Corintios 10:14-22).

Entonces, Pablo niega que un objeto dedicado a un ídolo pueda en sí transmitir una influencia nociva, aun si se ingiere. Los misionólogos de la Guerra Espiritual, en cambio enseñan que el contacto con tales objetos conlleva el peligro de la opresión demoníaca.

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