Jesús como la puerta En La Biblia. Yo soy

En el evangelio de Juan encontramos siete declaraciones del Señor Jesucristo que comienzan con la frase: Yo soy. Cada una de estas declaraciones contiene una rica veta de enseñanza sobre la persona y obra de nuestro amado Salvador. En esta ocasión el Estudio Biblico nos hablara de Jesús como la puerta.

En cierta ocasión, un turista en Palestina observo con sumo interés como un pastor de ovejas conducía su rebaño al redil antes que las sombras de la noche extendieron su oscuro manto sobre el tranquilo campo.

El redil no en otra cosa sino una muralla de rústicas piedras puestas unas sobre otras para formar un círculo con una sola abertura para poder entrar y salir, pero lo extraño para el turista en que esa abertura no tenía ningún tipo de puerta.

Al mirar esto, el turista dijo al pastor: Pero, si no hay puerta en el redil, podrían entrar las bestias salvajes y devorar a las ovejas. No, respondió el pastor, porque yo soy la puerta. Cuando las ovejas han entrado al redil por la noche, yo me acuesto a lo ancho de la abertura y por tanto, si una oveja quisiera salir tendría que hacerlo sobre mí y si un lobo quisiera entrar tendría que hacerlo sobre mí.

Yo Soy La Puerta

Interesante costumbre de los pastores de ovejas en Palestina, que nos ayuda mucho a entender esas maravillosas palabras de Jesús que se encuentran en Juan 10:9: «Yo soy la puerta, el que por mí entrare, será salvo; y entrará, y saldrá, y hallara pastos».

Yo soy la puerta. Jesús es como aquel pastor de ovejas en Palestina que se acuesta a lo ancho de la abertura del redil durante la noche. Al pensar en Jesús como la puerta, vienen a nuestra mente algunos pensamientos muy estimulantes.

Primero, y él más importante, Jesús es la única puerta para entrar al cielo. ¿Recuerda cómo era un redil en Palestina?. Tenia una sola puerta. Igual es con el cielo, mi amigo, mi amiga, tiene una sola puerta y esa puerta no es la religión cualquiera que sea. Esa puerta tampoco son las buenas obras. Esa puerta tampoco es el conocimiento. Esa puerta es una persona y esa persona es Jesús.

Hechos 4:12, hablando de Jesús, dice: «Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos».

Esa es la realidad. Jesús dijo: Yo soy la puerta, el que por mí entrare, será salvo. Esta es la palabra infalible de Dios. El momento que Usted por fe reciba a Cristo como su Salvador, atravesara la puerta y en consecuencia, conforme a lo que dice la palabra de Dios, Usted será salvo.

No pierda su valioso tiempo mi amigo, mi amiga, buscando alguna otra puerta para entrar al cielo, aparte de Jesús. El cielo no tiene varias puertas.

Una canción que cantaba cuando niño decía así: Una sola puerta hay, mas son sus lados dos, adentro y afuera, y tu, ¿donde estas?. Buena pregunta, mi amigo, mi amiga. ¿Dónde esta Usted?. Recuerde que si no ha atravesado por la puerta que es Jesús, Usted esta afuera.

En segundo lugar, Jesús es la única puerta que otorga libertad verdadera. Jesús dice: Yo soy la puerta, el que por mi entrare, será salvo; y entrará y saldrá. Esto de entrar y salir, nos habla de libertad mi amigo, mi amiga.

Una persona que esta en prisión no tiene libertad y la mayor evidencia de su falta de libertad es que no puede entrar y salir a voluntad. Satanás y el pecado tienen en prisión a miles de millones de personas en la actualidad.

Existe cantidad de personas que son prisioneras de placer, prisioneras del sexo, prisioneras de las drogas, prisioneras del alcohol, prisioneras del tabaco, prisioneras del dinero, prisioneras de sus emociones, prisioneras de la brujería, prisioneras de la idolatría y aún prisioneras de algún sistema religioso cualquiera que sea.

La mayoría de ellos piensan que son libres, pero la palabra de Dios dice que antes de recibir a Cristo como nuestro Salvador todos éramos esclavos de algo. Tito 3:3 dice: «Porque nosotros también éramos en otro tiempo insensatos, rebeldes, extraviados, esclavos de concupiscencias y deleites diversos, viviendo en malicia y envidia, aborrecibles, y aborreciéndonos, unos a otros».

Esta es la triste realidad de todos aquellos que jamás han atravesado por la puerta que es Jesús. Lo que más necesita esta gente, es libertad verdadera, esta libertad no viene para hacer o dejar de hacer cosas. Esta libertad viene por creer en Cristo Jesús como Salvador personal. ¿Existe algo en su vida que le tiene dominado, mi amigo, mi amiga?.

Entonces Usted necesita de libertad verdadera. Jesús es la puerta a la verdadera libertad.

En tercer lugar, Jesús es la única puerta para encontrar satisfacción. Volvamos a Juan 10:9. Jesús dijo: «Yo soy la puerta, el que por mi entrare, será salvo; y entrará y saldrá, y hallara pastos».

Esto de hallar pastos se refiere a encontrar significado a la vida. Los pastos verdes traen gozo, paz, satisfacción y sustento a las ovejas. Cristo Jesús es la puerta para encontrar el gozo, la paz, la satisfacción y el sustento para la vida de una persona.

Una persona sin Cristo, es una persona sin gozo. Una persona sin Cristo podrá tener momentos de alegría, pero esta alegría será pasajera.

La Biblia habla de que el pecado produce un deleite, pero es un deleite temporal Si no hubiera deleite en el pecado, nadie pecaría. Pero después de minutos de deleite viene toda una vida de amargura. El precio por instantes de deleite en el pecado es extremadamente alto, mi amigo, mi amiga.

El otro día oí de un hombre que organizo una fiesta en su departamento. Después de una noche de juerga en la cual el alcohol corrió a borbotones, este hombre saco un arma y mato a dos mujeres. Hoy este hombre esta pagando su culpa en una prisión. El precio por unos instantes de placer para este hombre fue la vida de dos personas y sobre ello, la culpa y la condena para el mismo.

Así es mi amigo, mi amiga. El pecado puede traer algo de alegría, pero dura muy poco y el precio que hay que pagar es elevado.

Pero en cambio, Jesús trae gozo. Alguien ha definido al gozo como alegría permanente, sin importar cuales sean las circunstancias. Esto es lo que podemos alcanzar todos los que hemos atravesado por la puerta que es Jesús. Pero no solo gozo. En Cristo podemos también encontrar paz. El mundo esta desesperado por hallar la paz. Por eso existen tantos movimientos a nivel mundial en pro de la paz.

Pero la triste realidad es que mientras más se esfuerza el mundo por hallar paz, más difícil se hace hallar paz. Lo que pasa es que la paz verdadera solo se halla en la persona de Cristo. Él dijo lo siguiente según Juan 14:27, «La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo».

¿Esta Usted viviendo una vida de ansiedad y preocupación?. Entonces a lo mejor, Usted no ha atravesado todavía por la puerta que es Cristo Jesús. Si es así, Usted necesita hoy mismo recibir a Cristo como su Salvador.

Además, en Cristo podemos encontrar satisfacción. Por dondequiera que voy, me encuentro con personas insatisfechas. Confiaron en algo como la fuente de su satisfacción, pero nunca encontraron una verdadera satisfacción La realidad mi amigo, mi amiga, es que cualquier cosa en la cual Usted confié, aparte de Cristo, no puede traer satisfacción plena, pero Cristo si.

Mire lo que el dijo en Juan 10:10 «El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir, yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia».

La vida que podemos tener en Cristo no es una vida rodeada de insatisfacción, sino una vida en abundancia.

Finalmente, en Cristo podemos hallar sustento. Él es el pan de vida que nos sirve de alimento para crecer espiritualmente. Sin el no podríamos desarrollar espiritualmente. En él encontramos todo lo que necesitamos para mantenernos bien espiritualmente, emocionalmente y aun materialmente. ¿No le parece muy atractivo todo esto que ofrece el Señor Jesús?.

Él es la única puerta para entrar al cielo. Él es la única puerta para encontrar la libertad verdadera y él es la única puerta para encontrar satisfacción.

La gran pregunta es esta mi amigo, mi amiga: ¿ha entrado Usted por la puerta que es Jesús?. Si lo ha hecho, Usted estará disfrutando de todo esto que encontramos en Cristo, pero si no lo ha hecho, Usted está todavía afuera.

Si este es su caso, que tal si hoy mismo atraviesa por la puerta que es Jesús. Para ello, solamente confié en Cristo como su Salvador. Ponga su mirada en él cuando él murió en la cruz del Calvario para recibir el castigo que Usted merece como pecador, y en un acto de fe, hable a Dios desde lo más profundo de su corazón diciendo:

Yo creo que Cristo murió por mí, por tanto lo recibo como mi Salvador. Si Usted así lo hace entrara por la puerta que es Jesús y obtendrá salvación, libertad y satisfacción.

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