Los perniciosos subsidios

El Ingº Fernando Cillóniz, asesor empresarial en economía agrícola, es lo más lejano que podría ser de un desestabilizador político, izquierdista enemigo de la inversión privada, subversivo, etc. El análisis que hace a continuación está a tono con las declaraciones de G. W. Bush en el Congreso de los EEUU en las que enfatizó que su gobierno no dejará para nada de subsidiar a los productores agrarios norteamericanos, pues el objetivo prioritario que persigue es aumentar sus exportaciones a todo el mundo para seguir siendo los líderes del planeta.

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Los perniciosos subsidios

 

Eso de que el agro será un sector ganador en el TLC con EEUU es una verdad a medias. ¿Ganarán las frutas y hortalizas frescas de exportación? Claro que sí. Por esa parte el TLC constituye una gran oportunidad para que sigan creciendo nuestras agro exportaciones, y generen trabajo y bienestar.

 

Pero el problema del TLC no está por el lado de nuestras agro exportaciones. El problema está por el lado de los subsidios agrícolas. A ese respecto, habría que aclarar que los subsidios agrícolas se aplican a ciertos cultivos y crianzas. ¿A qué cultivos y crianzasí Pues a los de mayor consumo en el ámbito mundial : trigo, cebada, maíz, arroz, avena, soya, azúcar, algodón, leche, carne y aceites vegetales. Los demás cultivos como frutas, hortalizas, tubérculos, etc. no reciben tales estímulos.

 

Lo malo es que dicha política ha generado unos excedentes agrícolas gigantescos. Si Estados Unidos y Europa se hubieran limitado a subsidiar a sus agricultores para abastecer sus propios mercados, en fin. Pero no. Producen tanto, que tienen que exportar, y hasta regalar grandes cantidades de sus excedentes agrícolas subsidiados, propiciando así la caída artificial de los precios de dichos productos en el mercado internacional.

 

Ese es precisamente el problema. Nuestros agricultores compiten en un mercado distorsionado, abarrotado y protegido por gobiernos que preconizan el libre comercio, pero que en lo que al agro se refiere, de liberales no tienen ni la tos.

 

Frente a esta situación, otros sostienen que no debemos cultivar dichos productos. Siembren otra cosa; frutales, espárragos, achiote, qué sé yo, dicen ellos denotando poco conocimiento del tema. El Perú tiene alrededor de dos millones de hectáreas cultivables , y ningún mercado del mundo podría consumir tanta fruta, hortaliza u otro cultivo intensivo como el que se podría producir en un área tan extensa.

 

Así es la cosa. El summum de la agricultura peruana sería cultivar, como Chile, 200 000 hectáreas de cultivos hortofrutícolas de exportación. Y hacia eso vamos. ¿Pero el resto? ¿Qué sembramos en las hectáreas restantesí ¿No sembremos nada? ¿Importemos alimentos subsidiadosí ¿Y que toda la gente del campo se venga a las ciudadesí ¿Es eso lo que queremosí

 

De eso estamos hablando. De que las importaciones masivas de productos agrícolas subsidiados han empobrecido a los campesinos de nuestro país, lo cual ha generado el proceso migratorio que ha sobrepoblado desordenadamente nuestras ciudades. Y si seguimos escarbando ahí encontraremos gran parte de la explicación de la crisis peruana : terrorismo, narcotráfico, delincuencia, corrupción, pobreza, etc. Sin duda los subsidios agrícolas de los países desarrollados han sido perniciosos para nosotros.

Ciertamente debemos apostar por los cultivos de exportación y los tratados de libre comercio con EEUU, Europa, Asia, etc. Pero igualmente importante es producir competitivamente azúcar, algodón, cereales, oleaginosas, leche, carne, etc. Nuestro desarrollo como país pasa indefectiblemente por ambos procesos. Para ello hay que aplicar en su justa medida, y sin llegar a los nefastos proteccionismos del pasado, todas las medidas que sean necesarias para corregir las distorsiones causadas por los subsidios agrícolas.

 

Pero no. Lejos de negociar con firmeza y equidad un tema tan evidente y justo, el gobierno plantea un esquema de compensaciones internas que para nada corregirán las groseras distorsiones de precios de los productos agrícolas subsidiados. Parecería que por firmar sí o sí el TLC con EEUU vamos a dejar de lado los principios del verdadero comercio libre , para darle paso a los intereses particulares de un reducido grupo de importadores peruanos, en desmedro de un millón de agricultores nacionales . Lamentable.

 

Fernando Cillóniz Benavides

El Comercio

02/02/06

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