[devocional-martes] 07 de Marzo de 2006 – Regocijarse, orar y agradecer a Dios.

Estad siempre gozosos. Orad sin cesar. Dad gracias en todo,
porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús.

1 Tesalonicenses 5:16-18.

Regocijarse, orar y agradecer a Dios

       El apóstol Pablo bien podía invitar a los creyentes a estar siempre gozosos. Las exhortaciones que dirigía a los demás, él las había puesto en práctica en el curso de su vida llena de toda clase de dificultades. Por eso pudo ser categórico al resaltar: ?siempre?, ?sin cesar?, ?en todo?, es decir, cuando la vida es complicada como cuando es más fácil.

       En comparación con el modo de vida de hace unos cincuenta años, tenemos ciertas facilidades en el plano material, pero esto no impide que cada uno tenga sus problemas más o menos difíciles de resolver. Siempre nos es posible orar, aunque debamos enfrentar pruebas y ver cómo el mal se extiende a nuestro alrededor. Sin embargo, tenemos libertad para leer la Biblia, rendir culto y, en muchos países, para difundir el Evangelio. Si todas las facilidades exteriores llegaran a desaparecer, nos quedaría nuestra relación con Dios, la que nada ni nadie puede interrumpir, y aún podríamos gozarnos, orar y dar gracias. ¿Cómo, pues, quejarnos de nuestra suerte?

       Apliquémonos a resaltar todos los motivos que tenemos para regocijarnos; confiemos sin cesar en Dios; así, en todas las cosas podremos dar gracias, tal como Dios quiere que lo hagamos.

       La Biblia consta de dos partes: el Antiguo y el Nuevo Testamento. Ofrecemos gratuitamente un Nuevo Testamento a quien no lo posee (ni tampoco la Biblia) y no sabe dónde comprarlo. Para recibir el Nuevo Testamento, envíe sus datos a nuestra dirección: "La Buena Semilla" 1166 Perroy (Suiza).

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