[CE-Peru] En Chile se pronuncian encotra del Evangelio de Judas

Los católicos y ahora la Comunidad Ecuménica de Chile se pronuncian en contra del Evangelio de Judas. ¿Y la Comunidad Evangélica en Perú? Esperamos un pronunciamiento de las autoridades evangélicas en Perú.

AGENCIA DE NOTICIAS ALC

CHILE
Evangelio de Judas es un documento apócrifo sin relevancia, afirma la Fraternidad Ecuménica

SANTIAGO, Abr. 17 (ALC). El «Evangelio de Judas», que replantea el papel del apóstol Judas Iscariote en los últimos días de Jesús, es un documento sin relevancia y uno de los muchos apócrifos surgidos en los siglos posteriores a la muerte de Jesús, según la Fraternidad Ecuménica de Chile.

La organización religiosa basa su argumento en el hecho de que solo se ha encontrado un manuscrito «porque pocos tuvieron interés en copiarlo y difundirlo», en contraste con otros documentos como la obra de Homero, con más de 640 manuscritos conocidos, y el Nuevo Testamento, con más de 6.000 conservados.

Sin lugar a dudas, la Fraternidad afirma que el manuscrito no fue escrito por Judas. De ser así, Judas tendría que haber vivido más de 300 años, ya que el manuscrito data del siglo III o IV.

La Fraternidad Ecuménica incluye a las iglesias Católica, Ortodoxa, Anglicana, Luterana, Metodista, Reformada, Evangélica Luterana, Metodista Pentecostal, Misión Apostólica, Ejército de Salvación y Wesleyana. También forman parte las Sociedades Bíblicas y el Servicio Evangélico para el Desarrollo (SEPADE).

El polémico evangelio fue el tema principal de la programación de Semana Santa de National Geographic, presentándolo como una traducción de un texto griego hallado hace años en Egipto, redactado antes del año 180, un siglo y medio después de la muerte de Judas.

Según este texto, Judas habría actuado de acuerdo con los planes de Jesús y, en lugar de ser un traidor que lo entregó a los romanos, fue un colaborador en el cumplimiento de los planes divinos, que requerían del sacrificio y muerte del Hijo de Dios.

Sin embargo, la Fraternidad Ecuménica de Chile sostiene que los evangelios de Mateo, Marcos, Lucas y Juan, los más antiguos, fueron escritos pocos años después de la muerte y resurrección de Jesús, y en su redacción participaron testigos directos de la vida de Cristo, quienes escucharon sus predicaciones, lo vieron curar a los enfermos, conversaron con él y, después de su muerte, lo vieron resucitado.

La Fraternidad señala que, en los siglos posteriores al nacimiento del cristianismo, varios grupos comenzaron a crear historias sobre Cristo mezclando datos de los Evangelios con especulaciones, interpretaciones y fantasías de cada autor, conservándose hasta hoy muchos de estos apócrifos.

Advierte que aquellos que deseen conocer a Jesús deben recurrir a los testigos directos de su vida, y estos testimonios se encuentran en el Nuevo Testamento. «Desconfiar de los testigos directos y confiar en testimonios tardíos y de segunda mano, no tiene ninguna lógica», aseguran.

Finalmente, indican que si el manuscrito tiene algún valor, es que ayuda a reconstruir las ideas de un pequeño grupo gnóstico de finales del siglo II, llamados «cainitas», que afirmaban que Caín y la serpiente eran buenos, mientras que Abel era malvado. Sin embargo, no aporta nada para conocer a Jesús. (242/2006/ecu/ecum/alc).

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