[devocional-lunes] 03 de Abril de 2006 – El sacrificio de Abel.

Por la fe Abel ofreció a Dios más excelente sacrificio que Caín,
por lo cual alcanzó testimonio de que era justo,
dando Dios testimonio de sus ofrendas;
y muerto, aún habla por ella. 

Hebreos 11:4.

El sacrificio de Abel

       ¿Cómo fue instruido Abel acerca de la clase de sacrificio que agradaba a Diosí Posiblemente a través sus propios padres, quienes le habrían contado cómo fueron vestidos por Dios, después de haber pecado, con una piel de animal; y al hablar de piel obviamente se habla de animal sacrificado, es decir, muerto. Abel pudo mantenerse ante Dios porque una víctima había muerto en su lugar. Como él, nosotros (los que creemos) también podemos acercarnos a Dios porque fuimos lavados de nuestros pecados en la sangre de Jesús.

       Para el ser humano es imposible presentarse ante Dios como lo hizo Caín, con sus pretensiones o reivindicaciones. Consciente de la distancia que sus pecados crearon entre Dios y él, debe acudir humildemente al Señor, reconociendo que necesita un mediador, al Señor Jesucristo, el único capaz de acercarlo a Dios. A través de este acto de arrepentimiento y obediencia, Dios le da una nueva vida, lo hace su hijo y lo sella con el Espíritu Santo. La soberana gracia de Dios da todo gratuitamente.

       Así, como hijos de Dios, tenemos acceso a él con toda libertad, sin que un sentimiento de culpabilidad pese sobre nosotros. ¿Por qué tenemos esa libertad? ¿Es a causa de nuestra vida ejemplar, de nuestra abnegación o de nuestros conocimientos bíblicosí ¡En absoluto! Como Abel, acudimos a Dios y le presentamos la víctima perfecta, a Cristo mismo, su Cordero. En él le somos plenamente agradables.

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