[devocional-sabado] 29 de Abril de 2006 – El escenario de nuestra vida.

Hay camino que parece derecho al hombre, pero su fin es camino de muerte.  Proverbios 16:25. El escenario de nuestra vida

       Los seres humanos quisieron hacer de su vida una comedia, pero ¿no cambió ésta en tragedia? Es cierto que a veces el comienzo es muy alegre, y parece que para algunos todo ocurre muy bien hasta el final. Sin embargo, entonces sucede algo espantoso: de repente la persona es detenida por un funcionario judicial. La muerte aparece sobre el escenario de la vida y lleva a su víctima a un lugar desconocido ante un justo y santo Juez. Luego llega el último acto.

       Cierta vez, un hombre ingenioso acuñó el siguiente dicho referido a los tiempos difíciles: «Más vale un fin con espanto que un espanto sin fin». Pero una vez que se haya bajado del escenario, uno ya no podrá elegir lo que más le plazca. Si ha muerto siendo incrédulo, experimentará las dos caras del dicho; un fin con espanto: el pecador culpable que desaprovechó y hasta despreció la gracia, verá al Juez santo y oirá el justo e inalterable fallo; y un espanto sin fin: ?la muerte segunda?, la eterna perdición.

       Para escapar de ambos espantos, todo ser humano debe aceptar lo que el Creador de su alma le ofrece: la salvación por la fe en Jesucristo, quien se dejó clavar en una cruz para expiar, bajo el juicio de Dios, los pecados de todos los que creen en Él, a fin de que obtengan la vida eterna. Jesús mismo dijo: ?El que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá? (Juan 11:25). Esto debe acontecer antes del último acto en el escenario de la vida aquí en la tierra. Cuando la muerte haya arrebatado a su víctima, será demasiado tarde para obtener el perdón divino.

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