Ciber Padres
Estoy muy feliz de que estén a la moda y que ahora sean unos expertos en esto de Internet; ya tienen seis meses desde que descubrieron las salas de chat.
Ay mamá, ay papá… ¡cómo han cambiado! ya ni siquiera me regañan como antes, ya no discuten entre ustedes y hacen todo muy rápido para que les quede tiempo para estar con sus ciberamigos.
Mamá, papá: anoche fui a casa de mi amiguito Juan para que me prestara su computadora: quise meterme a la misma sala de chat donde entran ustedes y se pasan horas y horas, pero me siento muy triste pues no lo conseguí.
¿Saben? anoche me levanté porque tenía un fuerte dolor de estómago y corrí a buscarlos como antes lo hacía, pensando quizás que me abrazarían (como antes), pero no, estaban muy emocionados frente a la computadora.
Me quedé detrás de ustedes sin que me pusieran atención y vi que entró un tal Pepe y lo saludaron con gran felicidad colocando unas letras así: HOLAAA PEPEEEEE y luego ponían caritas de sonrisas en la pantalla. Luego entró una tal María y le dijeron HOLA MARIAAAAAA MI HIJA CONSENTIDA.
Mami, papi, creo que me he portado bien; anoche soporté el dolor (quizás no era tan fuerte), no quise interrumpir su felicidad o quizás no quería que me dijeran «espérate Luisito, ya te doy algo» y se olvidaran de mí como otras veces ha sucedido.
Aquí estoy, en casa de mi amiguito Juan. Les estoy escribiendo a su correo, y quiero avisarles que dentro de unos minutos entraré a su sala de chat para que me digan HOOOLAAA LUISITO MI HIJO CONSSSSSENTIDDDOOOOO!!!!!! y me pongan besitos en la pantalla, porque de verdad extraño sus abrazos; siempre jugaban conmigo, extraño llegar de la escuela y verlos esperándome no sentados frente a la computadora esperando besitos que no son de verdad. LOS QUIERO SU HIJO LUISITO
p.d. yo necesito besitos de verdad!!!
DESCONOZCO EL AUTOR
¿Te gustó este artículo?
Suscríbete a nuestro canal de YouTube para ver videos sobre temas bíblicos.
Visita nuestros cursos bíblicos.
Se miembro de nuestro ministerio y obten todos los recursos.