¿Todos los demás miembros de la familia también son salvos?

¿Todos los demás miembros de la familia también son salvos?

Con relación al texto que se encuentra en Hechos 16:31,

¿Se trata de una promesa de que si un miembro de una familia llega a recibir a Cristo como Salvador, todos los demás miembros de la familia también son salvos automáticamente?

Como antecedente, diremos que mientras estaba predicando a Cristo en Filipos, Pablo y Silas fueron acusados de alborotar la ciudad de. Como consecuencia, fueron echados en la cárcel, después de haber sido azotados.

El carcelero recibió instrucciones expresas de guardar a estos prisioneros con toda seguridad. El carcelero, fiel a las órdenes recibidas, metió a Pablo y a Silas al calabozo de más adentro, y no contento con eso, les aseguró los pies en el cepo.

Las sombras de la noche hacían más lúgubre el lugar donde estos prisioneros por la causa de Cristo estaban padeciendo. Sin embargo, a medianoche, en lugar de quejarse por su situación, Pablo y Silas se pusieron a orar y a cantar himnos a Dios, mientras los demás presos escuchaban con atención a este improvisado dúo.

El momento menos pensado comenzó a temblar la tierra. Era un terremoto de tal magnitud que sacudía los cimientos de la cárcel. Al instante se abrieron todas las puertas y las cadenas de los presos se soltaron. Despertando el carcelero y viendo que las puertas de la cárcel estaban abiertas, pensó inmediatamente en quitarse la vida, porque sabía que sería sentenciado a muerte cuando sus superiores sepan que los presos habían escapado. Pero con un grito, Pablo hizo saber al carcelero que todos los presos estaban en su lugar.

El carcelero tomó una lámpara y a toda carrera se dirigió a la celda donde estaban Pablo y Silas y temblando se postró ante ellos. Luego los sacó y les dijo: Señores, ¿qué debo hacer para ser salvo? Esta es la pregunta que hace la diferencia entre la vida la muerte. Veamos cuál fue la respuesta que dieron Pablo y Silas. Se encuentra en Hechos 16:31 donde leemos:

«Ellos dijeron: Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo, tú y tu casa» La salvación es por fe. El carcelero de Filipos no tenía que hacer ninguna obra, sino sólo creer en la persona y obra del Señor Jesucristo.

Si la salvación fuera por obras, ésta era la ocasión ideal para que Pablo lo diga. Si la salvación fuera por fe más obras, está también era la ocasión ideal para que Pablo lo diga. Pero Pablo dijo simplemente: Cree en el Señor Jesucristo y serás salvo. Ahora bien, LA PREGUNTA tiene que ver con lo que resta del versículo leído. Pablo dijo al carcelero de Filipos:

Cree en el Señor Jesucristo y serás salvo tú y tu casa. Tomada ligeramente esta declaración, puede conducir a algunos errores garrafales. Uno de ellos, es pensar que cuando uno de los padres recibe a Cristo como Salvador, automáticamente también son salvos el cónyuge y todos los hijos.

Otro error es pensar que cuando uno de los padres recibe a Cristo como Salvador, algún día también van a recibir a Cristo como Salvador el cónyuge que todavía es incrédulo y también los hijos que por ahora son incrédulos.

Veamos qué nos dice la Biblia sobre estoLa Biblia es clara al mostrar que la salvación es un asunto personal entre el pecador y Dios.

Romanos 14:12 dice: «De manera que cada uno de nosotros dará a Dios cuenta de sí.» 

El hecho que Dios haya perdonado mi pecado personal, cuando deposité mi fe en Cristo y lo recibí como mi Salvador, no hace que Dios también perdone el pecado que ha cometido mi esposa o cualquiera de mis hijosCada uno de ellos debe reconocer su pecado delante de Dios, debe reconocer que está en peligro de condenación eterna, debe reconocer que Cristo Jesús murió en la cruz del Calvario en lugar de ellos y por fe debe recibir a Cristo como Salvador. 

Si lo hacen, como es el caso de cada uno de los miembros de mi familia y familiares , entonces ellos también serán salvos. Por esto, luego de que Pablo dijo al carcelero de Filipos que debe creer en el Señor Jesucristo para ser salvo él y su casa, Pablo procedió a predicar el evangelio al carcelero de Filipos y a toda su casa.

Ponga atención a lo que dice el texto en Hechos 16:32 «Y le hablaron la palabra del Señor a él y a todos los que estaban en su casa» 

Si los de la casa del carcelero de Filipos hubieran sido salvos por el solo hecho que el carcelero de Filipos fue salvo, no hubiera habido necesidad de que se les predique el Evangelio a los miembros de su casa. Pero Pablo lo hizo. ¿Por qué? Pues porque Pablo sabía que cada uno de los miembros de la casa del carcelero de Filipos necesitaba arreglar personalmente su problema de pecado con Dios.

Ahora por otro lado, la salvación de uno de los cónyuges en un hogar, no necesariamente es garantía de que en su debido tiempo todos los miembros de ese hogar también van a ser salvos, puede ser que así sea, pero puede ser que no. Sólo Dios sabe. Es decir que no se puede tomar como promesa incondicional que la salvación de uno, conlleva a la salvación de todos.

Una vez más, la salvación es un asunto personal entre el pecador y Dios. Si el pecador recibe a Cristo como Salvador será salvosi el pecador rehúsa recibir a Cristo como Salvadorno será salvo, aunque los padres o hermanos de ese pecador sean salvos.

Lo que sí es bíblico y sin duda es una fuente de gran esperanza para los que tienen familiares cercanos incrédulos, es el hecho que la presencia de un creyente santifica a todo ese hogar.

Cuando hablo de santificar no estoy diciendo que los demás miembros de ese hogar son santos o salvos. Santificar en este caso se debe entender en el sentido de poner aparte a ese hogar por la influencia benigna que ejerce el miembro del hogar que es creyente

Eso es lo que tenemos en 1 Corintios 7:13 donde dice: «Y si una mujer tiene marido que no sea creyente, y él consiente en vivir con ella, no lo abandone. Porque el marido incrédulo es santificado en la mujer, y la mujer incrédula en el marido; pues de otra manera vuestros hijos serían inmundos, mientras que ahora son santos.»

El cónyuge creyente santifica al cónyuge incrédulo y a los hijos incrédulos. Esto significa que el cónyuge creyente provee de una influencia benéfica en el hogar incrédulo, la cual perfectamente puede contribuir a que los miembros incrédulos de la familia reconozcan ellos también su pecado, y encuentren el perdón de su pecado en la persona de Cristo y le reciben como Salvador.

Yo conozco cantidad de casos en los cuales la salvación de todos los miembros del hogar tuvo su comienzo cuando uno de ellos se entregó al Señor y fue utilizado por el Señor para predicar el evangelio a sus hermanos tanto con sus labios como con sus actos;

En el caso de mi familia empezó por mi hermano,  segundo mi por hermana, luego por mi mamá,después por mi papá…al final toda  mi familia  tuvo un encuentro personal con  Cristo Jesús nuestro Dios y Salvador.

!Alabado y Glorificado sea el Señor por siempre!

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