¡Me sobran razones para amarte!

¡Sobran razones para amarte!
 
?Grábame como un sello sobre tu corazón, llévame como una marca sobre tu brazo.  Fuerte es el amor, como la muerte, y tenáz la pasión, como el sepulcro.
Como llama Divina es el fuego ardiente del amor.  Ni las muchas aguas pueden apagarlo, ni los ríos pueden extinguirlo.
Si alguien ofreciera todas sus riquezas a cambio del amor, sólo conseguiría el desprecio?.   Cantares 8:6-7
 
¡Que fuerte es el amor! ¡Como el sepulcro!, ¡como llama de fuego!, ¡Como las muchas aguas!  Con esta estrofa el libro de Cantares alcanza su clímax literario y descubre su propósito:  El amor matrimonial es la fuerza más grande, inflexible e invencible en la experiencia humana.
 
?Tengan todos en alta estima el matrimonio y la fidelidad conyugal?  Heb. 13:4
 
En estos tiempos en que el matrimonio es tan menospreciado, necesitamos mirar que nos dice el creador y patrocinador del pacto matrimonial para no dejarnos contaminar con el mismo bajo sentir del mundo. 
El amor en el matrimonio es un sentimiento que va creciendo en el avanzar de la convivencia, es esa llama que va en aumento, cada vez los reproches son menos, cada vez los rencores disminuyen porque el fuego ha consumido todo lo que no sirve, entonces  ya nadie puede extinguirlo, es un amor que se intensifica en la prueba,  así es el amor matrimonial.
 
?¡Bendita sea tu fuente! ¡Goza  con la esposa de tu juventud! Es una gacela amorosa, es una cervatilla encantadora.  ¡Que su amor te cautive todo el tiempo!
Prov. 5:18-19
 
Ni el poeta más romántico de todos los tiempos pudo describir con tanta riqueza de lo que el amor conyugal es capaz de sentir, por eso, a la hora de escuchar un consejo para tu alianza, cuando necesites reforzar tu voto hecho en el altar, mira el libro sagrado, busca en el índice del amor nupcial y Dios mismo te dirá cómo debes amar a tu pareja: como el fuego, como la muerte, como las muchas aguas.
 
¿Crees que lo sabes todo acerca de ella? ¿Crees que lo conoces mejor que su madre? ¿Creen ámbos que su matrimonio fue un error? Yo no te contesto, (aunque no me faltan ganas) pero Dios también quiere responderte y nadie se lo puede impedir y menos darle la contra:
 
?El hombre nada sabe del amor ni del odio aunque lo tenga ante sus ojosí  Eclesiastés 9:1
 
Nada sabemos… Puedes intentar afirmar en el peor momento de crisis que ya te diste cuenta que ¡No va más!  O podrías en un momento de resignación creer que ?nada cambiará?, entonces el creador del pacto a quien prometiste fidelidad te dirá: ?nada sabesí.
Por eso, ahora ha venido, para hacerte recordar tu pacto, el amor como tú lo idealizas, no es el amor que yo te he dado, el verdadero amor no se extingue, está grabado en el corazón del amado, lo sigue a dónde va, como un sello perenne; nada, ni lo peor, los separará. 
 
¡Sobran las razones para amarte! Cantares 1:4
 
¿Te imaginas a miles de huestes demoníacas atacando a parejas felicesí
Satanás odia todo lo que Dios hace, el inventor de la separación es el maligno, el creador del divorcio es el enemigo de Dios, su objetivo es claro, destruir el hogar, entonces envía ?amigosí que se sientan a tu lado y te hacen ver las razones sobradas para echar todo a la borda.  Algunos no necesitan de estos demonios, todos los futuros adúlteros, por ejemplo, tienen razones sobradas para dejar de amar, se sientan con una lupa en mano y auscultan cada imperfección imperceptible del cónyuge todo para tener una razón que justifique su desamor.
Que pena, que indignación cuando escucho en boca de resentidos y amargadas, sus razones más bien para dejar de amar.
¿Acaso no fue ella/él, el amor de tu vida?
¿Por qué te cierras y no quieres mirar las virtudes que una vez te enamoraron? 
 
?Cuando encuentro al amor de mi vida, lo abrazo y, sin soltarlo lo llevo a la casa de mi madre?  Cant. 3:4
?Toda tu eres bella, amada mía, no hay en ti defecto alguno? 4:7
?Cautivaste mi corazón, hermana mía y novia mía, con una mirada de tus ojos; con una vuelta de tu collar cautivaste mi corazón.  ¡Cuán delicioso es tu amor, hermana y novia mía! 4:9-10.
 
Mira al amor de tu vida, a ese compañero de tu juventud, déjate cautivar otra vez por la dulzura de su voz, deléitate en sus caricias, el fuego del amor consumirá toda falta, las torrentes de aguas alimentarán las sequías, ni la muerte será capaz de separarlos.  Dios bendiga tu matrimonio.
 
?Regocijémonos y deleitémonos juntos, celebraremos tus caricias más que el vino.
¡Sobran razones para amarte!  Cantares 1:4
 
Con amor
Martha V. de Bardales

 Martha V. de Bardales

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