[devocional-sabado] 29 de Julio de 2006 – La conciencia: un cuadrante solar.

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Aunque de nada tengo mala conciencia, no por eso soy justificado; pero el que me juzga es el Señor.  1 Corintios 4:4. La luz es lo que manifiesta todo.  Efesios 5:13. La conciencia: un cuadrante solar

       Se ha comparado la conciencia natural a un cuadrante solar que normalmente iluminado por el sol indica la hora al transeúnte. Antes de nuestra conversión, la conciencia no puede darnos indicaciones fiables, porque se halla oscurecida por las nociones que componen nuestra cultura y por las opiniones de nuestro entorno. Con un toque de humor, un estadista dijo: «Mi conciencia es bastante buena chica como para decir lo que yo le pido».

       El sol que ilumina el cuadrante solar de un creyente es la Palabra de Dios, con la condición de que ésta sea recibida y comprendida por medio del Espíritu Santo. El conocimiento de la Biblia con sus aplicaciones prácticas no se obtiene en un día, ni sólo con un estudio teórico. Nuestra conciencia se afina y se precisa en gran parte a través de la aplicación de la Palabra a las diversas situaciones en que nos hallemos.

       El apóstol Pablo declaró que él no era justificado por su buena conciencia: ésta no es un instrumento que dé una medición absoluta, y por más apóstol que haya sido, no se fiaba enteramente en ella.

       Por desdicha puede ocurrir que, como una nube oculta el sol, un mal deseo o un rencor que uno deja desarrollar quite el buen juicio sobre lo malo y lo bueno. Velemos, pues, sobre el estado de nuestro corazón y de nuestra conciencia dejando que la luz de Dios nos alumbre por medio de su Palabra. 
 

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  Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma. – Tercera carta de Juan versículo 2.

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