ORO REFINADO– Viviendo el día de hoy

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Escrito por: Cristian Franco
En una entrevista periodística, un polifacético actor dijo: – «Vivo lastimado. La tinta que emana de mi lapicera es mi sangre. Soy así porque estoy lastimado. Porque soy un infeliz…
dMe lastima mi paso por este mundo, por eso no veo la hora de irme. La vida es una perversión total. No creo en la naturaleza, me parece perversa. No creo en las plantas ni en el sol ni en la amistad… No creo en nada».

¡Qué descripción vívida, sincera y lamentable de lo que ha llegado a ser la existencia para un gran número de personas! Peña se anima a expresar frente al periodismo, lo que muchos ocultan en silencio detrás de una sonrisa prefabricada.

Hace algunos días estuve dialogando con una persona que vive continuamente frustrada (aunque la imagen de éxito que proyecta dice todo lo contrario). No es la primera vez que conversamos sobre el asunto financiero y laboral que tanto la angustia, pero esta vez noté algo diferente: una nueva actitud frente a la vida.

Ocurre que finalmente mi amigo comprendió que para volver a comenzar se necesitan cuatro elementos: creer que un cambio es posible, desear una vida diferente, decidirse a salir de la situación actual y comprometerse a nutrir un carácter responsable y constante.

Hoy más que nunca creo que los seres humanos tenemos múltiples posibilidades de encontrar una nueva senda. Hoy más que nunca tengo la férrea convicción que «la vida es bella» y que un gran caudal de energía positiva está reservado para aquellos que se animan a cruzar el umbral de la duda, el temor y el fracaso.

La Biblia dice: «No debemos dejar de confiar totalmente en Dios. Si la vida es como una carrera, y ustedes tienen ya cansadas las manos y débiles las rodillas, ¡cobren nuevas fuerzas! Corran por un camino recto y parejo. Los que confían en Dios siempre tendrán nuevas fuerzas. Podrán volar como las águilas, podrán caminar sin cansarse y correr sin fatigarse» (Heb.12, Isa.40)

Hoy más que nunca estoy convencido que es posible volver a empezar si nos decidimos a ubicar a Dios en el centro de nuestros anhelos, intenciones y esfuerzos. ¡Aproveche este fin de semana para iniciar una nueva vida llena de esperanza!

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