LA MEJOR MANERA DE AYUDARTE Y VER EN UN HOMBRE LA PROMESA DE UNA NACION

Hola mis amados:

En la vida creemos que para ayudarnos es buscando a alguien que aporte a nosotros y asi nos sentiremos muy bien, pero en este mensaje nos dicen lo contrario, si damos a los demas es cuando nos estamos ayudando a nosotros mismos, porque el dar es la puerta para recibir, entre mas damos mas recibiremos nosotros, quien iba a pensarlo no?, pero es asi como funciona y espero que lo apliquemos para ser mejores cada dia.

LA MEJOR MANERA DE AYUDARTE

Cuando alegras a los demás,no tienes manera de evitar sentir alegría.

Enseñando a los demás,no puedes dejar de aprender, de manera profunda y sustancial.
No puedes forzar a nadie a comprenderte.
Sin embargo intentando sinceramente comprender, lograrás ser comprendido.
La mejor manera de lograr que tu punto de vista sea aceptado no es gritando.
Es escuchando como sabrás de qué manera hablar más efectiva y convincentemente.
La mejor manera de ayudarte a ti mismo es ayudando a los demás.
Esa hermosa paradoja es la base de la civilización en su forma más maravillosa.
Cuanto más positivamente afecte tu vida a los demás, más brillantemente se reflejará a su vez en ti.
Si te sientes un poquito deprimido, ofrece tu bondad, tu cuidado, tu tiempo y tu atención a alguien.
Y haciéndolo levantarás, como mínimo, a dos personas.

Autor: Desconocido

VER EN UN HOMBRE LA PROMESA DE UNA NACION.

Estaba pensando en el versículo que dice: «más altos son mis caminos que tus caminos, y mis pensamientos que tus pensamientos…», y yo podría decir que también son más profundos. Las promesas que Dios trae sobre nosotros y sus palabras REMA, muchas veces exceden nuestra pobre visión. Por ejemplo: ¿Cómo hacía Abraham para ver en Isaac una gran nación? ¿Cómo ver en un hombre, un pueblo? La promesa fue: «Haré de ti una gran nación». El desafío de Abraham de mirarse y ver en él toda una nación, y luego de formar y moldear en un niño el carácter de un pueblo, es la capacidad que desarrolla en una vida una Visión que viene del cielo. El poder que engendra una palabra REMA de Dios.

La responsabilidad que esto trae a nuestra vida, no es poca. Involucra todo nuestro ser, «espíritu, alma y cuerpo». Nuestro hombre espiritual necesita desarrollar la capacidad de contacto para que se desate la fe y nuestra alma la atesore para transformarla en el combustible que termina moviendo nuestro cuerpo aun mas allá de sus limites naturales logrando llevar cautivos todos nuestros pensamientos a la obediencia al Rema de la Palabra. No es sencillo poder sumergirnos en esto. ¿Cómo poder entender todo lo que se necesita? Realmente creo que no se puede.

He podido ver a lo largo de mi vida que muchas veces en la voz del Rema de Dios no se escucha totalmente el «cómo», y mucho menos el «porque», sino que a medida que involucro mi vida en lo que creo que Dios me ha hablado, se comienza a desenvolver, durante la acción, el método. Esto por un lado es desconcertante, pero por otro lado es apasionante, porque el vivir a diario tomado de la mano de Dios se convierte en una aventura increíble, que desata una expectativa cargada de asombro cuando las diferentes situaciones se van ordenando milagrosamente sin intervención, o cuando algo que creíamos imposible de alcanzar, se hace realidad sin acción alguna más que la de Dios. Creo que esto es lo que vivió Abraham con Isaac y aun este con Jacob, y con los que siguieron luego.

Dios escogió un hombre y una descendencia y comenzó a tratar con él y en ella, solo diciéndole lo que iba a hacer al final: UNA GRAN NACIÓN. Los sumergió en la promesa y soltó la palabra Rema, y todo comenzó a ponerse en acción y las cosas comenzaron a suceder. No les dijo cuanto se tardaría, sólo les dijo que lo haría, y comenzando desde un hombre desplegó un sueño que hasta hoy continúa.

Si te detienes a ver en tus recuerdos también encontrarás ese sueño, tal vez vigente, tal vez dormido o quizás escondido entre muchos temores, seguramente esperando salir a la superficie para abrazarte y generar en el Rema el combustible que tu vida necesita para salir detrás de él y alcanzarlo. En él no encontraras advertencias, como los judíos no encontraron advertencia en su sueño de libertad; nadie les dijo que la tierra que les había sido dada estaba habitada por gigantes, pero para cada gigante Dios tenia un Caleb capaz de creer que en El todo era posible.

Desentierra tus sueños, recuerda el Rema por el cual fuiste llamado y solo… «Selah» (piensa), si te llamó es porque también te equipó, y aunque no veas las herramientas, estas están allí, cuando sean necesarias aparecerán. Si Pedro no se hubiera animado no se hubiera convertido en el primer hombre natural que caminó sobre el agua; si Josué no hubiera creído, no hubiese sido el primer hombre en conquistar una ciudad sin armas. Dios tiene todavía sus palabras vigentes porque en nuestras vidas todavía, «El ES»…

¡Atrévete! Tal vez, y solo tal vez una nación te esté esperando…

La vida de Abraham es un reto para cualquiera, porque es llamado el padre de la fe, asi que este hombre con esa fe agrado a Dios y es un ejemplo para nosotros, porque a sus 100 años tuvo al hijo de la promesa y por no dudar a la promesa de Dios es que hoy hacemos parte de ese pueblo, por tanto que siempre le creamos a Dios para que El se goce en nuestra fe y poder nosotros recibir las promesas que tiene cada dia.

Los amo y bendigo en Jesucristo.

MAGNOLIA.

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