CUANDO LOS OJOS HABLAN Y LA MARIPOSA

Hola mis amados:

Hay un refrán que dice que los ojos son el espejo del alma y en verdad que es así, en una mirada podemos conocer que se expresa y ese lenguaje es único, por eso que cada vez que miremos a otra persona, reciba el lenguaje del amor, de comprensión, de Misericordia, de bondad, de todo lo que edifica, lo que es agradable y trae bienestar integralmente, por tanto no dejemos de practicar tan hermoso lenguaje.

CUANDO LOS OJOS HABLAN

Recuerdo ahora en cuantas oportunidades he visto hablar a mi esposa con sus ojos. A veces le digo: «¡No me grites…!» Y sólo me está mirando, pero conozco su mirada, no es solo reconocer a la persona por lo físico, sino a la esencia de la persona. Tan solo por mirar sus ojos puedo notar si ella aprueba o no lo que estoy haciendo. No es necesario decir nada pues sus ojos expresan su persona.

Tal vez por eso es que vemos que Pablo vivió una vida tanto en la presencia del Señor como en la persona de Cristo. Hay un pasaje en la escritura que nos dice que Pablo perdonó a un hermano en la «persona» de Cristo, (2 Cor 2:10).

La traducción aquí de la palabra PERSONA, del griego, corresponde a la región de los ojos, que son la manifestación de todos los pensamientos y sentimientos interiores.

Pablo, tal vez, al mirar los ojos del Señor se dio cuenta que tenía que perdonar a aquél hermano. En un momento dice:

«para que no sea consumido de demasiada tristeza». En ese instante surgió la mirada, los sentimientos y la expresión de aquel que habitaba en su interior.

Pienso cuanta veces necesitamos buscar la intimidad de sus ojos en nuestro corazón, es decir la «persona» de Cristo, su sentir, su pensar, su deseo y lograr llevar todo los nuestros cautivos a su obediencia.

Si su persona son sus ojos, tal vez Zaqueo se encontró con la inmensidad de la eternidad cuando lo vio y por eso fue cambiado, porque no solo fue una mirada, sino todo su ser en ella.

Si la relación con el Señor es como de esposo y nosotros su esposa… deberíamos comenzar a tratar de interpretar su mirada. No es fácil, tampoco lo fue en nuestro matrimonio, nos llevó años y todavía nos llevará el resto de nuestra vida, pero con el tiempo aprendemos a leer los ojos.

Quizás debamos tratar de encontrar sus ojos en nuestras decisiones… ¿No te parece?

REFLEXIÓN SOBRE LA MARIPOSA

Había un viudo que vivía con sus dos hijas curiosas e inteligentes.  Las niñas siempre hacían muchas preguntas.   A, algunas de ellas, el padre sabía responder a otras no.

Como pretendía ofrecerles la mejor educación, mandó a las niñas de vacaciones con un sabio que vivía en lo alto de una colina.

El sabio siempre respondía todas las preguntas sin siquiera dudar.  Impacientes con el sabio, las niñas decidieron inventar una pregunta que él no sabría responder.  Entonces, una de ellas apareció con una linda Mariposa Azul que usaría para engañar al sabio.

-«Que vas a hacer?» pregunto la hermana,

-«Voy a esconder la mariposa en mis manos y preguntarle al sabio si esta viva o muerta».  Si el dijese que esta muerta abriré mis manos y la dejaré volar, si dice que esta viva la apretare y la aplastaré».

Y así cualquiera que sea su respuesta, seria una respuesta equivocada!.

Las dos niñas fueron entonces al encuentro del sabio, que estaba meditando.

«Tengo aquí una mariposa azul. Dígame, sabio, esta viva o muerta?

Muy calmadamente el sabio sonrió y respondió

«Depende de ti ….. Ella esta en tus manos»

Así es nuestra vida, nuestro presente y nuestro futuro.  No debemos culpar a nadie cuando algo falle, somos responsable por aquello que conquistamos (o no conquistamos).

Nuestra vida está en nuestras manos, como la mariposa azul….. Nos toca a nosotros escoger qué hacer con ella.

Colosenses 3:23 «Y todo lo que hagáis, hacedlo de ánimo, como al Señor, y no á los hombres»

El saber que hacer con nuestra vida, el rumbo que debe llevar, la meta por conseguir depende de cada uno, por eso al tener esa responsabilidad porque tendremos que dar cuenta de nuestra vida ante el Juez Eterno, porque Él nos la prestó y con el libre albedrío que nos dio, podemos escoger ya sea el bien o el mal, pero recomiendo lo bueno, porque así podremos estar seguros de que llegaremos a Su presencia y viviremos con Él eternamente.

Los amo y bendigo en Jesucristo.

MAGNOLIA.

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