Historias Bíblicas: El Anillo de compromiso

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Un joven decidido entró con paso firme en una joyería y pidió ver el mejor anillo de compromiso que tuvieran. El joyero le mostró uno y el joven lo contempló con atención, aprobándolo con una sonrisa. Luego, preguntó por el precio y se dispuso a pagarlo. El dueño de la joyería, sorprendido, le preguntó si se iba a casar pronto. La respuesta del joven sorprendió aún más al joyero: «No, ni siquiera tengo novia».

El joven explicó que el anillo era para su madre. Cuando estaba embarazada de él, estuvo sola y alguien le aconsejó que abortara para evitar problemas. Pero ella se negó y le dio el don de la vida. La madre del joven pasó por muchos problemas para criarlo y educarlo, siendo padre y madre para él. Ella lo hizo ser lo que es hoy en día. Por ello, el joven decidió comprarle un anillo de compromiso, ya que ella nunca había tenido uno. Lo hacía como promesa de que, si ella hizo todo por él, ahora él haría todo por ella. Quizás en el futuro, entregue otro anillo de compromiso, pero sería el segundo.

El joyero no dijo nada, pero ordenó a su cajera que le hiciera un descuento especial al joven, como un gesto de reconocimiento a su noble acción. Este joven comprendió el verdadero valor de la maternidad y el sacrificio de su madre por él. Él honró a su madre y le demostró su agradecimiento.

Este relato nos recuerda la importancia de mostrar nuestro amor y agradecimiento hacia nuestros padres. Debemos reconocer todo lo que han hecho por nosotros y devolverles lo mejor que podamos. Es un mandato divino que se encuentra en la Palabra de Dios: «Honra a tu padre y a tu madre, para que tus días se alarguen en la tierra que Jehová tu Dios te da» (Éxodo 20:12).

Dios nos ha dado la bendición de tener padres que nos aman y nos cuidan. Por ello, debemos valorarlos y demostrarles nuestro amor y respeto. No esperemos a que sea demasiado tarde para agradecerles por todo lo que han hecho por nosotros. Aprovechemos cada momento para demostrarles nuestro amor y hacerles sentir lo importantes que son para nosotros.

En conclusión, es fundamental honrar a nuestros padres y demostrarles nuestro amor y agradecimiento. El amor y la dedicación de los padres no tienen precio, y debemos valorarlos y reconocer todo lo que han hecho por nosotros. Sigamos el ejemplo del joven del relato y hagamos todo lo posible por hacer felices a nuestros padres.

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