[mujercristiana] LA MENTE DE FE

LA MENTE DE FE

P. Manuel Lauriño

«Por la fe Abraham, cuando fue probado, ofreció a Isaac; y el que había recibido las promesas ofrecía su unigénito habiéndosele dicho: En Isaac te será llamada descendencia; Pensando que Dios es poderoso para levantar aún de entre los muertos, de donde, en sentido figurado, también le volvió a recibir» (Hebreos 11:17-19).

Entonces dijo Abraham a sus siervos: Esperad aquí con el asno, y yo y el muchacho iremos hasta allí y adoraremos, y volveremos a vosotros» (Génesis 22:5).
Y entrando en la barca, sus discípulos le siguieron. Y he aquí que se levantó en el mar una tempestad tan grande que las olas cubrían la barca; pero él dormía. Y vinieron sus discípulos y le despertaron, diciendo: Señor, salvanos, que perecemos! El les dijo: Por qué temeis, hombres de poca fe? Entonces, levantándose, reprendió a los vientos y al mar; y se hizo grande bonanza. Y los hombres se maravillaban, diciendo: «Qué hombre es éste, que aún los vientos y el mar le obedecen?» (Mateo 8:23-27).

Las estructuras mentales se van creando a lo largo de los años y de las circunstancias.

Todos tenemos una forma de pensar, se nos educa para que pensemos de una forma determinada, y no me refiero a ideologías, me refiero a estructuras mentales.

Quien se creía entre personas que nunca ven salida, que se ahogan en un vaso de agua, se acaban ahogando ellos en otro vaso de agua. Quien vive donde todo se critica acaba criticando, quien vive entre rebeldía acaba teniendo una estructura mental de rechazo a la autoridad.

Cuando Cristo viene a una vida, no solo salva, sino que golpea las estructuras mentales, para derribar fortalezas.
La incredulidad es una fortaleza que se establece en la mente después de años.
La mente de fe tiene una forma característica de pensar, hay una estructura mental de pensar en fe.
Abraham tenía que sacrificar a su hijo, pero sabía que Dios le había sido fiel a su vida en los años pasados, había visto el obrar de Dios, había oido de Dios, había obedecido a Dios, por eso él continuó obedeciendo a pesar de lo duro del mandato.

En estos pasajes aprendemos varias cosas en cuanto a la forma de pensar de la mente de fe:

1) La mente de fe cree las promesas de Dios – «Habiéndose dicho» considera lo que Dios dice y lo pone por encima de las imposibilidades. Sabe que Dios es fiel y no va a fallarle. Lo que Dios dijo es fundamental en la estructura mental de la mente de fe.

2) La mente de fe cree que Dios va a hacer algo – En los problemas y callejones sin salida ve a Dios «Esperad aquí con el asno y yo y el muchacho iremos hasta allí, y adoraremos y volveremos a vosotros». Abraham sabía que Dios iba a hacer algo, y que iba a volver con su hijo, porque «En Isaac te será llamada descendencia».

3) La mente de fe espera – «Espera aquí» La mente de fe sabe esperar y anima a otros a que esperen. No desespera. Sabe que Dios cumple su palabra y espera pacientemente la llegada de Dios. Muchos perdieron la bendición porque no supieron esperar.

4) La mente de fe espera la originalidad de Dios – Abraham tenía por un lado un mandato de Dios que le decía que le diera a su hijo, y por otro lado una promesa de Dios, que de Isaac vendría un gran pueblo. Ambas cosas eran incompatibles, y Abraham no pensó que Dios se contradecía, sino que creyó en la originalidad de Dios y confiaba que hiciera alto tan especial como es una resurrección. Cualquier locura era más real para Abraham, que pensar que Dios le iba a engañar o traicionar.
Abraham pensaba: «Dios ha hablado, Dios va a cumplir su promesa, yo le he de obedecer y todo va a salir según Dios. La muerte no es el final para el plan de Dios, ya que Dios puede resucitar a los muertos.

5) La mente de fe se equivoca en detalles pero acierta al final – Abraham se equivocó, Isaac no resucitó, pero los dos bajaron del monte y de Isaac salió un gran pueblo.

6) La mente de fe crece en fe según obedece – La obediencia de Abraham en salir de Ur de los Caldeos le llevó a creer y obedecer en el sacrificio de su hijo.

7) La mente de fe piensa que ante cualquier puerta cerrada Dios va a abrir una mayor – La mente de fe no se preocupa por las puertas cerradas, sino que se preocupa en obedecer. No se queda bloqueada, sino que considera otras opciones mejores. «A los que aman a Dios todas las cosas ayudan a bien». Si se cierra la opción de un hijo vivo todo el tiempo, tendré un hijo resucitado.

8) La mente de fe tiene en cuenta a Dios y a su poder – Cuando vino la tempestad había dos tipos de mentes en la barca. La de los discípulos que en su mente de incredulidad gritaron «salvanos que perecemos». Una mente dispuesta a la desgracia. Una mente despierta a lo malo. Y la mente de fe de Jesús que cree en el poder de Dios.
Abraham vío la vida aunque para ello hiciera falta una resurrección, la muerte era superable, pero los apóstoles cuando vieron la muerte para ellos era el final. La mente de incredulidad no ve el poder de Dios, sino el final de todo.
La mente de incredulidad está despierta a los problemas, la mente de fe duerme ante ellos.

9) La mente de fe sueña con grandes cosas – Jesús dormía, Abraham soñaba con la resurrección. La mente de fe sueña con grandes cosas y grandes maravillas. Sabe que si hoy es imposible, Dios va a abrir una puerta de bendición para que todo sea posible. Sueña en grande, en resurrecciones, en grandes iglesias, en grandes eventos, en grandes prodigios. Y eso lo hace cuando tiene un solo hijo al que ha de sacrificar o cuando tiene a 11 apóstoles asustados que tienen una mente de incredulidad que asombra a cualquiera.

10) La mente de fe sabe que no está sola – Sabe que le acompaña Dios y el poder de Dios. El camino de la persona con mente de fe, comenzó en un mandato de Dios, y allí persevera y continua. Sabe que «El que comenzó la buena obra la perfeccionará hasta el fín».

11) La mente de fe ante los problemas llama a Dios primero – Los discípulos llamaron a Jesús, pero fue en segundo lugar, en primer lugar llamaron al miedo que les hizo ver la muerte.

12) La mente de fe sube a la montaña cuando el valle se está mejor – La mente de fe acepta en Dios, sube montañas, cree en resurrecciones, no se conforma con la comodidad, porque sabe que la comodidad está reñida con la victoria en Dios y con ver cosas grandes. Por eso la mente de fe no admite la vagancia, es una mente que entiende que con el esfuerzo viene la bendición.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí