Oro Refinado
Una de las circunstancia muy notable es el de los colores más brillantes de las plantas que se ven en las montañas más elevadas, en lugares expuestos a los tiempos más tempestuosos.
Los liquens y musgos de mejor colorido, los preciosisimos colores de las flores silvestres más atractivas, abundan a la intemperie en las alturas elevadas, en los picos de las montañas limpiados por la tormenta.
Una de las mejores vista de colorido orgánico que he visto en mi vida, fue de la cima del Monte Chenebettaz, una colina de 10,0000 pies de altura que es encuentra inmediatamente sobre el gran St. Bernard Hospice. Toda la parte de una grandísima roca estaba cubierta con un vivísimo color amarillo de las flores de los linquens, que brillaba a la luz del sol como las murallas de un castillo ençantado. Allí en aquella región elevada, entre la más ceñuda desolación, expuesta a las tempestades más terribles del cielo, estos liquens exhibían un color de gloria, como jamas se ha visto en el valle cobijado. Al escribir estas lineas tengo delante de mí dos ejemplares del mismo liquens, el uno del Gran San Bernard y el otro de una pared de un castillo Escosès, profundamente encrustado entre los sicómoros; y la diferencia que se existe entre ellos en su forma y colorido es de lo más sorprendente.
Manantiales En El Desierto.
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