Estudio Bíblico: ¿Es El Cielo Un Lugar o Un Estado Del Alma?

Estudio Bíblico: ¿Es el cielo un lugar o un estado del alma?

La palabra del Señor es muy clara cuando afirma que el cielo es un lugar en el universo, no un estado del alma. Esto se desprende de textos como Juan 14:1-3 donde dice: «No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí. En la casa de mi Padre muchas moradas hay, si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros. Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis»De una manera textual, el Señor Jesucristo dijo: Voy, pues a preparar lugar para vosotros. El cielo es el lugar donde hoy se encuentra Cristo Jesús. Efesios 1:20-21 dice: «la cual operó en Cristo, resucitándole de los muertos y sentándole a su diestra en los lugares celestiales, sobre todo principado y autoridad y poder y señorío, y sobre todo nombre que se nombra, no sólo en este siglo, sino también en el venidero.»

Hoy en día, Cristo Jesús está sentado a la diestra de la Majestad en los lugares celestiales. El cielo por tanto tiene que estar en algún lugar de este basto universo (tercer Cielo). Pero además de ser un lugar, el cielo es un lugar de máxima perfección. Note la descripción que aparece en Apocalipsis 22:1-5 «Después me mostró un río limpio de agua de vida, resplandeciente como cristal, que salía del trono de Dios y del Cordero. En medio de la calle de la ciudad, y a uno y otro lado del río, estaba el árbol de la vida, que produce doce frutos; y las hojas del árbol eran para sanidad de las naciones. Y no habrá más maldición; y el trono de Dios y del Cordero estará en ella, y sus siervos le servirán, y verán su rostro, y su nombre estará en sus frentes. No habrá allí más noche; y no tienen necesidad de luz de lámpara, ni de luz del sol, porque Dios el Señor los iluminará; y reinarán por los siglos de los siglos.»

De modo que, el cielo es un lugar en el universo, y además es un lugar de eterna dicha y felicidad. Es el destino eterno de todos aquellos que han lavado su pecado en la preciosa sangre de Cristo.

¿Tiene usted la esperanza de estar en este lugar algún día? Qué bueno si lo tiene, pero si no lo tienehoy mismo podría tenerlo. Para ello, es necesario que reconozca que es un pecador, que de una u otra manera ha atentado contra la santidad de Dios. Si no reconoce su pecado es imposible que pueda hacer algo para arreglar su problema de pecado.

Romanos 3:23 dice: «Por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios.»Además es necesario que reconozca que sobre Usted pesa una grave condena por ser pecador.Romanos 6:23 en su primera parte dice: «Porque la paga del pecado es muerte…»

Es algo grave salir de este mundo sin haber arreglado el problema de pecado con Dios. Si eso pasa, lo único que espera es la muerte eterna. Dejar pasar el tiempo sin arreglar el problema de pecado es como estar sobre un abismo en una cuerda floja. Cualquier momento se puede caer al precipicio de perdición eterna. También es necesario reconocer que Dios ama al pecador y por ese amor, envió a su Hijo al mundo, en la persona de Jesús, para que muera en lugar del pecador. Jesús murió para que el pecador pueda vivir.

Juan 3:16 dice: «Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.»

Por último usted debe recibir a Cristo como su Salvador personal. De esta manera su pecado será perdonado y usted tendrá el derecho que entrar a ese lugar llamado cielo a disfrutar ese estado de perfección absoluta. No retrase más la decisión de recibir a Cristo como su Salvador. Recuerde, mientras tarda en hacerlo, está en la cuerda floja sobre un profundo precipicio. ¡¡¡Cuidado se caiga!!!

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