AFINANDO EL INSTRUMENTO

AFINANDO EL INSTRUMENTO

Lectura: 1 Juan 1:1-2:2

Si confesamos nuestros pecados, Él es fiel y justo para perdonarnos….1Juan 1:19

Hace unos años, una emisora de la radio recibió una carta de un ganadero que vivía en un rancho aislado en el oeste de los Estados Unidos. Nunca antes había recibido la emisora una petición tan singular. Decía: Por fabor, ¿pueden tocar la nota "LA" en el piano del estudio? Estoy muy lejos de un piano, y el único consuelo que tengo es mi violín. Pero ahora lo tengo desafinado. Por fabor, ¿ pueden tocar la nota "LA" para que lo pueda afinar?

Esa es una imagen de nosotros cuando nuestras vidas no están en armonía con el Salvador. Las cuerdas de la convicción moral, que antes estaban estrechamente afinadas con la Palabra de Dios, se aflojan debido a la conteporización o el descuido. Sólo queda el recuerdo de la gozosa comunión con Dios y con las otras personas. Esto sucede a todos. Y por lo general comienza con la discordia de las actitudes egoistas y de pensar mal de los demás. Los pecados secretos pocas veces distorcionan el tono de la respetabilidad externa, pero tarde o temprano, una palabra o una acción fuera de tono revelan que algo va mal por dentro.

 Necesitamos asegurarnos a diario de que estamos en armonía con Dios. El Espíritu, por medio de la Palabra, nos da la nota segura con la que podemos afinar nuestra vida. Cuando estamos fuera de tono, la confesión nos vuelve a afinar. Cuando debemos hacer algo, la obedicencia nos mantiene afinados. Y cuadno nos sentimos desalentados y solos, la alabanza ayuda a elevar nuestro espíritu.

Cuando el corazón está en sintonía con Cristo, lo discordante de la vida da paso a la armonía.

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