Una nueva forma de ver la obediencia – Primera parte


 

28 de diciembre                Una nueva forma de ver la obediencia – Primera parte

«…Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad» (filipenses 2:13)

 

Pablo dijo: «…Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad» (Filipenses 2:13). La mayoría de nosotros no relacionamos la obediencia con el placer. Estamos acostumbrados a obedecer por necesidad o por miedo. Tal vez tuvimos unos padres que nos obligaban a obedecer, «porque lo digo yo». Ahora bien, no es malo que los padres esperen obediencia de sus hijos, o que los jefes esperen colaboración de sus empleados. Pero ésta no es la mejor definición de la obediencia o la mayor motivación para obedecer. Lo que falta es el factor «yo quiero hacerlo» que el Señor pone en cada uno de nosotros en el momento en que somos salvos. Esto elimina los demás factores, tales como ‘deber’, ‘tener la obligación de’, ‘mejor hacerlo, porque si no’, ‘Dios me va a castigar’, elevando la obediencia al Señor a un nivel de reacción alegre a todo lo que Él ha hecho por ti. La obediencia no es algo que tienes que producir; es algo que debes cultivar y activar, porque el deseo ya está presente dentro de ti, y se llama: «servir al Señor con alegría» (lee 100:2). Todo lo demás es sólo un cumplimiento exterior. Es como el niño que se portó mal y su madre le hizo sentarse en un rincón; después de unos minutos le pregunta desde la otra habitación: «¿Todavía estás allí sentado?». A lo que él responde: «Sí, por fuera estoy sentado, pero por dentro estoy de pie»… A eso lo puedes llamar ‘obediencia’, pero en realidad no es más que un cumplimiento exterior sin la reacción interior de una obediencia animosa y alegre. La obediencia bíblica es hacer por fuera con gusto lo que realmente quieres hacer por dentro.

 

 

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí