Estudios Biblicos – Peligro y Raiz de la Amargura

Estudios Bíblicos – Peligro y Raíz de la Amargura

Amargo veneno

Leer | Efesio 4:31-32

Imagine a una persona amargada, deprimida y emocionalmente devastada. Quien encorvada sobre una mesa de laboratorio añade metódicamente un poquito de esto y una pizca de aquello a un ácido verde que está en el tubo de ensayo frente a él. Sus pensamientos son una mezcolanza de imágenes antiguas, y su corazón es un viejo mosaico de odio por un agravio que ocurrió hace mucho tiempo. Está pensando en la persona que lo hirió, y preparando un veneno para dárselo.

Suena como el pasaje de una película, ¿verdad? Sin embargo, aquí es donde la escena cambia de dirección. Imagine a ese mismo científico patético dando un suspiro de aviso cuando se endereza, maravillado de la venganza líquida que ha creado. Ahora, por último, imagine a esa pobre alma diciendo: «Ahora vas a ver», mientras levanta el tubo y se bebe el veneno.

Ése es un giro sorprendente, que uno no esperaría ver en una película. Pero, es muy posible que usted haya hecho lo mismo en algún momento.

[highlight]La amargura es un veneno que preparamos para alguien, pero después somos nosotros quienes nos lo bebemos. [/highlight]Es una dosis concentrada de tóxico emocional, muchas veces un veneno que cultivamos y desarrollamos durante años. Cuando reaccionamos a las malas acciones de alguien dando rienda suelta a sueños de retribución y de odio, estamos envenenando lentamente nuestro corazón y nuestra mente.

Pídale a Dios que le revele cualquier señal de veneno que haya en su sistema. Y después, tome una dosis del antídoto: el perdón que solo viene de Él.

Una raíz amarga

Leer | Hebreos 12:15

Hebreos 12:15 describe a la amargura como una «raíz». Piense en ello. ¿Dónde encuentra uno las raícesí Dentro de la tierra, por debajo de la superficie, alimentándose de los nutrientes que las rodean. Siempre que usted vea una planta, una flor o un árbol, tenga la seguridad de que por debajo de su apacible fachada hay una raíz que está extrayendo vida del suelo y llevándola al lugar donde está asentada la planta. Sin la raíz, la vegetación colapsa y muere.

¿Ve cómo esta imagen se parece a su vida espiritual? Quizás usted tiene una raíz de amargura bajo la superficie, prácticamente invisible para quienes pasan a su lado. Pero, ¿significa eso que la raíz de amargura que casi no se nota, está inerte y es inofensiva? ¡Claro que no! Por el contrario: usted puede tener la seguridad de que la raíz está haciendo su trabajo, extrayendo vida de usted y utilizándola para alimentar una mala hierba de odio, impaciencia y descontento.

Una raíz de amargura jamás producirá un buen fruto. Cuando la semilla, el suelo y la raíz son malos, es ilógico esperar otra cosa que no sea un fruto malo y una maraña de malas hierbas.

¡Pero anímese! El problema tiene solución. Lo único que se necesita para matar una mala hierba, es desenterrarla y eliminar la raíz. Arranque la fuente de su resentimiento del lugar donde se oculta. Sáquela a la luz, y después deséchela.

El peligro de la amargura

Leer | 1 Samuel 18:1-30

El rey Saúl lo tenía todo: la unción de Dios como gobernante; el profeta Samuel para guiarlo; el poder y la riqueza del reino de Israel; la aprobación de la gente. Sin embargo, murió amargado. ¿Qué pasos lo llevaron a su ruina?

• La ira. Cuando Goliat fue derrotado, la multitud alabó a Saúl como el que había matado a miles, pero a David como el que había liquidado a diez miles. En vez de regocijarse de que Dios había levantado a alguien para que matara al gigante, Saúl se airó contra David porque éste recibió más elogios que él.

• La desconfianza. El temperamento irascible de Saúl afectó su mente, y tuvo sospechas de las intenciones de David. Comenzó pensando que, debido a que el Señor estaba con David, el joven querría quitarle el reino.

• El temor. Llevó a Saúl a conspirar contra David y a arrojarle lanzas.

• El rechazo. El rey envió a David lejos de su presencia.

• El miedo. El terror de David creció y se hizo más virulento con el éxito militar de David y con el amor cada vez mayor de la gente por él.

• Actos engañosos. El rey trató dos veces de manipular a David ofreciéndole una de sus hijas en matrimonio. Ambas veces conspiró para que David fuera asesinado por los filisteos, y falló en los dos intentos. La reacción de Saúl fue convertirse en enemigo de David por el resto de su vida. De allí en adelante reinó la amargura.

Aunque los detalles de nuestra vida no son los mismos de Saúl, sí lo son los pasos que llevan a la amargura y a la ruina. ¿Qué ira no resuelta está usted dejando ulcerar? ¿A quién está evitando por animosidad? ¿No quisiera confesar su pecado, volverse a Dios y ser libre?

 

2 COMENTARIOS

  1. Un abrazo caluroso en el amor del Señor; solicitando que sigan adelante con estas enseñanzas edificadoras para el pueblo del Señor.

    Pastor: Pedro Pablo Morocho

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