Reflexiones Cristianas – Las Bienaventuranzas

 
LAS BIENAVENTURANZAS

 
Cuántas riquezas espirituales encontramos en las bienaventuranzas que Cristo nos dejó.
Efesios 3:8, "A mí, el más inferior de todos los santos se me dió ésta gracia de anunciar a las naciones las riquezas inescrutables de Cristo".

Mateo, 11:28, " Venid a mí todos los que andáis agobiados y cargados, y yo os aliviaré".
Esta bienaventuranza no quiere decir que seamos tontos o ignorantes, ni tampoco se trata de acumular riquezas materiales.
Todos somos pobres de espíritu, pero con la venida de Cristo, el ser humano aprende a encontrar a Dios, y los que reconocemos que todo lo que tenemos proviene de Él, ya somos bienaventurados, porque sentimos la humildad en el corazón.
Mateo 11:29 "Tomad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón y hallareis el reposo para vuestras almas".

Los pobres de espíritu también son:

– aquellos que no tienen apego a las riquezas de este mundo aunque las posean,
– y los que a pesar de ser pobres no se quejan de su propia pobreza.
Esta bienaventuranza indica sufrimiento y paciencia. Sufrimiento por los dolores propios, y sin pensar en estos pesares, también lloran por la desdicha ajena, que tarde o temprano recibirán consuelo.
Apocalipsis, 21:4, "Y Dios enjugará de sus ojos todas las lágrimas, ni habrá ya muerte ni llanto, ni alarido, ni habrá mas dolor, porque las cosas de antes son pasadas".
Esta bienaventuranza indica una absoluta confianza en Dios y ser completamente obediente a su voluntad.
El manso debe adquirir equilibrio y armonía interna, y recibirá la tierra con un cuerpo incorruptible.
Efesios 4:2, "Con toda humildad y mansedumbre, con paciencia soportándoos unos a otros con caridad".
Proverbios 2:21, "Porque los buenos poseerán la tierra, y los inocentes permanecerán en ella".
Cuando por medio de Cristo el hombre puede aplacar la sed y el hambre de justicia, su espíritu entonces entrará en santidad, y se llenará de armonía y de plenitud celestial en todos los actos de su vida.

Toda persona que ama la justicia, está aprendiendo a través de Cristo, a vivir en paz y unión con sus hermanos en Cristo.
Mateo 12:18, "Ved ahí el siervo mio a quien yo tengo elegido, el amado mío, en quien mi alma se ha complacido plenamente. Pondré sobre él mi espíritu, y anunciará la justicia a las naciones".
Con esta bienaventuranza el hombre entra en el camino de la caridad y la comprensión, y sus acciones se dirigen a trabajar para el bien del otro.

Desaparece de su corazón el egoísmo y las guerras para entregar de sí, compasión y misericordia.
Lucas 6:35, "Empero vosotros amad a vuestros enemigos, haced bien, y prestad, sin esperanza de recibir nada por ello: y será grande vuestra recompensa y seréis hijos del Altísimo".

Lucas 6:36, "Sed pues, misericordiosos, como también vuestro Padre es misericordioso".
Proverbios 15:27, "Mediante la misericordia y la fe se purgan los pecados".

BIENAVENTURADOS LOS PUROS DE CORAZÓN, PORQUE ELLOS VERÁN A DIOS.
Los hijos de Dios tienen el corazón puro y limpio, y reconocerán y verán a su Padre Celestial como ahora ellos se ven a sí mismos.
Marcos 10:14, "Dejad que vengan a mí los niños, y no se lo estorbéis, porque de los que se asemejan a ellos es el reino de Dios".
Marcos 10:15, "En verdad os digo que quien no recibiese como niño el reino de Dios no entrará en él".

BIENAVENTURADOS LOS PACÍFICOS PORQUE ELLOS SERÁN LLAMADOS HIJOS DE DIOS.
El pacificador es aquel que lleva en su corazón el espíritu de Dios, bajo la ley del Mesías.
Por lo tanto, los pacificadores jamás serán violentos, porque ellos son los mansos y humildes de corazón.
2Corintios, 13:11, "Por lo demás, hermanos estad alegres, sed perfectos, exhortaos, reuníos en un mismo espíritu y corazón, vivid en paz, y el Dios de la paz y de la caridad estará con vosotros".

BIENAVENTURADOS LOS QUE PADECEN PERSECUCIONES POR LA JUSTICIA, PORQUE DE ELLOS ES EL REINO DE LOS CIELOS.
 
Todo lo que nos suceda aquí en la tierra y en nuestro cuerpo físico, si lo llevamos a Dios adentro, soportaremos con fe sin oponer resistencia a quienes nos causan sufrimientos.
Mateo 5:11, "Bienaventurados seréis cuando por mi causa os maldijeren o persiguieren y dijeren toda suerte de calumnias contra vosotros".
Mateo  5:12, "Alegraos y regocijaos, porque será grande vuestra recompensa en los cielos, pues del mismo modo persiguieron a los profetas que fueron antes que vosotros".
 
Bienaventurados son los que leen las bienaventuranzas y las practican.
 
Esta palabra Bienaventurado significa doblemente feliz, a quien no le gusta una felicidad y doble?, a todos nos parece lo mejor, acá entonces nos dan la clave para que logremos esto en todo momento, solo acatar lo que dice la Palabra de Dios con respecto a esa bendición de ser felices doblemente, es fácil obedecerla y por eso si lo hacemos agradamos a Dios en todo, por tanto es un reto para que cada día seamos doblemente felices, El lo espera y nosotros lo disfrutamos.
 
Los amo y bendigo en Jesucristo.


Carlos Vargas

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