Te adoro, Cristo, y hoy bendigo el día
Cuando todo bondad tu nombre uniste
Al légamo apestoso, sucio y triste
Que fuera mi persona y vida impía.
Tu has sido para mí constante guía
Que dándose sin tasa a mi alma asiste,
De paz y de justicia la reviste
Y alumbra en clara luz su faz sombría.
Regato ameno que de paz rocía,
Unción que melifica mis pesares
Y musa en quien se inspira mi poesía.
Tú fuiste, cuando el mundo aun no existía,
Raíz de la creación y sin azares
Rica y feliz haces la vida mía.
Con gran melancolía
Suspiro por estar en tu presencia
Gozando por tu amor, limpia conciencia.
__._,_.___
¿Te gustó este artículo?
Suscríbete a nuestro canal de YouTube para ver videos sobre temas bíblicos.
Visita nuestros cursos bíblicos.
Se miembro de nuestro ministerio y obten todos los recursos.
Cristina, inscribete por favor!! . Bendiciones Miles.
me gustaria recibir poesias