Devocional Cristiano – Vivir sin ansiedad

Vivir SIN ansiedad

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Mateo 6:31-33  No os preocupéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremosí O ¿qué beberemosí O ¿con qué nos vestiremosí Porque los gentiles buscan con afán todas estas cosas. Vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas. Mas buscad primeramente Su reino y Su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.

Muchos cristianos no entienden esta sección de la Palabra (Mateo capítulos 5 y 6) porque no han visto que se basa en la vida y la naturaleza divinas. Hasta muchos incrédulos han citado versículos de estos capítulos en sus propios escritos, pensando que lo hablado en estos capítulos fue dirigido a todos los seres humanos. No, así como la vida canina no puede volar, tampoco la vida humana puede cumplir con los requisitos de la constitución del reino de los cielos. Esta es una constitución basada en la vida divina y en la naturaleza divina.

La ansiedad no se encuentra en la vida divina ni en la naturaleza divina. La ansiedad no pertenece a la vida divina, sino a la vida humana, así como el ladrar es parte de la vida de los perros, y no de la vida de los pájaros. Nuestra vida humana está llena de ansiedad, mientras que la vida de Dios es una vida de disfrute, reposo, consolación y satisfacción. Para Dios, la ansiedad es una expresión extraña. Para Él, tal cosa no existe. ¿Piensa usted que alguna vez ha estado ansioso Diosí ¿Acaso ha sido Él afligido por la ansiedad? Aunque Dios tiene muchos deseos, no tiene ansiedad. Nuestra vida humana, en contraste, casi está compuesta de la ansiedad, o sea ésta es su elemento constitutivo. Si se quita la ansiedad de un ser humano, el resultado será la muerte. Un hombre muerto no tiene ansiedad. Una figura hallada en el museo de cera o una estatua que se encuentra frente a una catedral católica no tiene ansiedad, pero mientras uno viva, no se puede escapar de la ansiedad.

Mateo 6:25-26 Por tanto os digo: No os inquieteis por vuestra vida, que habeis de comer o que habeis de beber; ni por vuestro cuerpo, que habeis de vestir. No es la vida mas que el alimento, y el cuerpo mas que el vestido? Mirad las aves del cielo: no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre que las alimenta. No valeis mucho mas que ellasí


Cuando los jovenes oigan estas palabras, es posible que digan: ¡Aleluya! Debido a que el Señor Jesús toco la ansiedad, el engranaje de la vida humana, no tenemos que estudiar ni trabajar mucho. Si tenemos hambre, simplemente podemos comer algunas sobrasí Este concepto es erroneo.

Tiene el Señor la intencion de que los jovenes terminen sus estudios, o que los abandonen y sean como las aves que vuelan en el aire? Es erroneo tener ansiedad, pues esta no pertenece a la vida divina. No existe la ansiedad en la vida de Dios. Sin embargo, el Señor no quiere decir que no tenemos que hacer nuestro deber. Cuando el Señor introdujo a los hijos de Israel en la buena tierra, todos ellos tienen que cultivar la tierra; fue su deber. Si la buena tierra producia una cosecha rica o no dependia de varias cosas: el clima, el sol, la debida cantidad de lluvia y la temperatura correcta; ninguna de las cuales las controlaban los hijos de Israel. Ellos tenian la unica responsabilidad de labrar la tierra, y laboraban no solo para si mismos, sino tambien a las aves. Si no hubieran labrado la tierra, les habria sido dificil para las aves vivir. Hacer sus deberes era correcto y necesario, pero estar ansiosos por ello era erroneo. Del mismo modo, nosotros debemos hacer nuestro deber hoy en dia, pero tenemos que hacerlo sin estar ansiosos por nuestro sustento.

Mateo 6:19-20 No acumuléis para vosotros tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corroen, y donde ladrones horadan y hurtan; sino acumulad para vosotros tesoros en los cielos, donde ni la polilla ni el orín corroen, y donde los ladrones no horadan ni hurtan.

Los hijos de Israel tenían que labrar la tierra. En la actualidad los jóvenes deben labrar la tierra, sembrar la semilla y regar los cultivos estudiando con diligencia y graduándose de la preparatoria y de la universidad. Pero deben hacerlo sin ansiedad. Debemos distinguir la ansiedad del deber. La obligación de los jóvenes es terminar su trabajo de cultivos, es decir, graduarse de la preparatoria y de la universidad. De otro modo, la vida será difícil. A fin de vivir en esta tierra para Dios, uno debe completar sus estudios. Pero al estudiar y al completar su educación, debe ser diferente de la gente mundana. Los mundanos estudian por causa de su ansiedad; los jóvenes no deben estudiar así, sino para cumplir su deber.

No aspiren a ser millonarios, y no se esfuercen por tener una cuenta bancaria de un millón de dólares. Más bien, aprendan a repartir y a acumular tesoros en los cielos; transfieran sus tesoros de la tierra a los cielos. Su deber es sacar su título y luego hacer las riquezas. Pero no procuren ser millonarios. Más bien, repartan bien las riquezas según la vida y la naturaleza de su Padre celestial.

Todos tenemos nuestro deber. Además, tenemos a un Padre celestial, quien es todopoderoso y rico en todos aspectos y quien nos cuida por completo. El mundo de hoy está lleno de ansiedad, pero el pueblo del reino no debe preocuparse por nada Como los hijos de Israel, quienes tenían lo suficiente para vivir y quienes entregaron ciertas porciones para varios propósitos, nosotros también debemos cosechar y estar dispuestos a dar cierta cantidad para varios propósitos. Finalmente, todo lo que damos será acumulado en el banco celestial, y todas nuestras riquezas estarán allí.
¡Jesús es el Señor!




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