by: Miriam CLopez
El comentarista Arthur Pink establece un paralelo significativo entre esta nube en el desierto y el Espíritu Santo en la vida del creyente.
El señor Pink destaca que así como la nube fue un regalo de gracia a los israelitas, el Espíritu Santo es un regalo al hijo confiado de Dios.
Jesús dijo:..Y yo rogaré, y El os dará otro consolador…(Juan 14:16). El pilar de la nube fue provisto para guiar a los hijos de Israel. Así también, el Espíritu Santo guía al cristiano. Jesús dijo:…Pero cuando El, el Espíritu de verdad, …venga, os guiará a toda la verdad… (Juan 16:13) Tal como la nube permaneció con Israel en el desierto, así Jesús prometió que el Padre enviaría al Espíritu Santo, quien ..estaría con los creyentes para siempre (Juan 14:16). ¡Piensa en ello! Dios mismo mora en nuestros corazones. Los que reconocemos a Jesucristo como Salvador y Señor somos templos de Su Santo Espíritu (1 Corintios 6:19).
Cuando somos guiados por el Espíritu, nuestras vidas se caracterizan por el amor , el gozo, la paz, y el dominio propio (Gálatas 5:16, 22-23) Seremos testigos efectivos de Cristo cuando viajamos por el desierto de este mundo.
EL PODER QUE NOS PERSUADE VIENE DEL ESPÍRITU QUE MORA DENTRO DE NOSOTROS.
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