Devocionales – Una Persona con Valentía es Mayoría

Una Persona con Valentía es Mayoría
  John Maxwell
 

 
Cada prueba que enfrentes como líder comienza en tu interior. La prueba de la valentía no es diferente.

1. La valentía comienza con una batalla interior

Como sicoterapista, Sheldon Kopp señala, «Todas las batallas importantes son libradas dentro de uno». La valentía no es la ausencia de temor, es hacer lo que se teme hacer. Es tener el poder de dejar lo conocido y avanzar con firmeza hacia un nuevo territorio. Esto fue cierto para Rickenbacker y puede serlo también para ti.

2. Valentía es hacer las cosas correctas, no simplemente dejarlas pasar


El líder de los derechos civiles Martin Luther King, dijo, «La medida suprema de un hombre no es dónde se encuentra en momentos de comodidad y conveniencia sino dónde se encuentra en momentos de reto y polémica». Los grandes líderes saben tratar a los demás y pueden hacer que otras personas se comprometan y trabajen juntos, pero también se arremangan cuando es necesario.

La valentía tiene que ver con los principios, no con la percepción. Si tú no tienes la habilidad de ver en qué momento debes hacerle frente a algo y la convicción de hacerlo, nunca serás un líder efectivo. Tu dedicación por alcanzar las metas finales tiene que ser más fuerte que tu deseo de calmar a los demás.

3. La valentía en un líder inspira el compromiso de los seguidores

«La valentía es contagiosa» afirma el evangelista Billy Graham. «Cuando un hombre valiente asume una posición, los demás lo siguen». Cuando una persona muestra valentía, los demás se sienten estimulados. Pero cuando un líder muestra valentía, los demás se inspiran. Esto es lo que hace que la gente quiera seguirlos. Mi amigo Jim Mellado comenta: «El liderazgo es la expresión de valentía que impulsa a la gente a hacer lo correcto».

4. Tu vida se expande en proporción a tu valentía


El temor limita a un líder. El historiador romano Tácito escribió: «El deseo de seguridad se levanta contra cualquier empresa grande y noble». Pero la valentía tiene el efecto contrario. Abre puertas y este es uno de sus beneficios más maravillosos. Quizás es por esto que el teólogo británico John Henry Newman dijo: «No le temas a que tu vida tenga un final, sino a que nunca tenga un principio». La valentía no solo te da un buen comienzo, sino que también te provee un mejor futuro.

Lo que es irónico es que aquellos que no tienen la valentía de arriesgarse y los que sí la tienen, experimentan la misma cantidad de temor en la vida. La única diferencia es que los que no se arriesgan se preocupan por cosas sin importancia. Si de todas formas vas a tener que vencer tu miedo y dudas podrías hacer que valga la pena.



Para mejorar tu valentía haz lo siguiente:


Enfrenta el temor. Sal fuera y haz algo que te provoque, simplemente para desarrollar valentía. Bucea, habla frente al público (este es el mayor temor de la mayoría de la gente), actúa en una obra de teatro, escala una montaña o navega en balsa por los rápidos de un río. No importa lo que hagas con tal que lo que hagas te lleve a enfrentar un temor de verdad.


Háblale a esa persona. La mayoría de la gente evita enfrentar a alguien en su vida; un empleado, un familiar o un compañero de trabajo. Si esto ocurre contigo, habla con esa persona esta semana. No lo atropelles ni lo irrespetes. Habla con la verdad en amor (no tendrás miedo de hacerlo si ya hiciste algo de lo descrito en el punto anterior).


Da un paso realmente grande. Quizás hayas sentido miedo de hacer un cambio en tu carrera. Si has sentido en tu corazón que debes cambiar tu trabajo o comenzar un nuevo negocio, ahora es el tiempo de afrontarlo. Toma tiempo para analizarlo en profundidad. Habla con tu cónyuge, consejero, o uno o dos amigos de confianza. Si esto es lo correcto, hazlo.

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