Estudios Biblicos – Judas, el que También le Entregó, II

Estudios Biblicos – Judas, el que También le Entregó, II


"Era contado con nosotros y tenía parte en este ministerio" (Hch.  1:17)

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Su relación con los demás discípulos Cuando pensamos en Judas muchas veces lo imaginamos como sapo de otro pozo.  No era de Galilea sino de Judea, y cuando se lo nombra, la denominación "el que le entregó" es como un sobretodo que lo hace repelente.  Sin embargo durante los 3 años en que caminó con Jesús nadie sospechó de él, y bien lo declara Pedro "era contado con nosotros".  Y hasta sería el menos sospechoso de los 12 pues Jesús le había confiado la bolsa.

Influenciando a otros.  En los evangelios no se mencionan incidentes que revelen problemas entre Judas y los demás discípulos, al contrario pareciera que en cada participación hay una influencia de él hacia los demás.  Si había una asociación entre Judas y un grupo social este sería "los pobres".  En Betania, cuando María derramó el caro perfume sobre Jesús, fue él quien influenció los comentarios de crítica contra ella (ver Mt.  26:8-9; Mc.  14:4-5; Jn.  12:4-5) despertando el enojo de los discípulos contra esa ofrenda de amor.  Y en el aposento alto, cuando Jesús le dijo que hiciera lo que estaba en su corazón (esto es entregarle), los demás apóstoles dieron por sentado que Judas iría a hacer compras o dar dinero a los pobres (Jn.  13:28-30).  Alguno habría admirado el sacrificio de Judas, que se perdía parte de la fiesta para hacer las cosas prácticas.

Un número y una función.  Sin duda que "era contado" y "tenía parte en el ministerio" pero no era un verdadero seguidor de Jesús.  Tenía un nuevo lugar y una nueva función pero no una nueva vida.  Podemos estar con los redimidos, y cumplir un determinado trabajo entre los salvos, pero no serlo.  Judas figuraba en el listado de los discípulos pero no estaba su nombre en la lista del cielo.  Él es considerado el hijo de perdición y al morir se "fue a su propio lugar" (Hch.  1:25) esto es el infierno.  Mi nombre pueden aparecer en el listado de membresía de la iglesia, o ser reconocido por el desempeño de funciones, pero si no está en el libro de la vida, de nada me sirve.

Hoy puedes tomar un tiempo para checar donde está tu nombre.  ¿Has recibido a Cristo en tu corazón?  ¿Eres un verdadero seguidor de Cristo?  ¿Hay frutos en tu vida que evidencian que eres un hijo de Diosí  Si tu nombre está en el cielo eres salvo, por lo que ahora mismo canta, agradece a Dios, sonríe, y ¿porqué no?  dícelo a alguien.  Sí, es así como nos acercamos a "la compañía de muchos millones de ángeles, a la congregación de los primogénitos que están inscritos en los cielos"
Heb.  12:22-23.  Sí, es así como nos acercamos a nuestro propio lugar, el cielo.  Amén.


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