Devocional: Los Sueños, Sueños Son

Devocional Diario Los Sueños, Sueños son

 



La vida es sueño es una obra de teatro de Pedro Calderón de la Barca (600-1681) Dramaturgo y poeta español, última figura importante del siglo de Oro de la literatura española, nos dejó en su obra un pensamiento acerca de los sueños: Soliloquio de Segismundo:

Sueña el rey que es rey, y vive con este engaño mandando, disponiendo y gobernando; y este aplauso, que recibe prestado, en el viento escribe, 5 y en cenizas le convierte la muerte, ¡desdicha fuerte! ¿Qué hay quien intente reinar, viendo que ha de despertar en el sueño de la muerte? 10

Sueña el rico en su riqueza,
que más cuidados le ofrece;
sueña el pobre que padece
su miseria y su pobreza;
sueña el que a medrar empieza, 15
sueña el que afana y pretende,
sueña el que agravia y ofende,
y en el mundo, en conclusión,
todos sueñan lo que son,
aunque ninguno lo entiende. 20

Yo sueño que estoy aquí
De estas prisiones cargado,
y soñé que en otro estado
más lisonjero me vi.
¿Qué es la vida? Un frenesí. 25
¿Qué es la vida? Una ilusión,
una sombra, una ficción,
y el mayor bien es pequeño:
que toda la vida es sueño,
y los sueños, sueños son. 30

Quizá ignorabas como yo, que el maestro Calderón de la Barca, estudió desde muy pequeño obras de San Agustín y Santo Tomas de Aquino, quizá buscando en tanta teología el significado de la vida, la salida al pesimismo, comentan los estudiosos. Pero cada vez que intentaba encontrar la verdadera razón de su existencia, volvía a caer en la filosofía que la vida es una peregrinación, un sueño y el mundo un teatro de apariencias.

Todos hemos aprendido a soñar desde que nacimos, pero no hablo de los sueños involuntarios, sino de aquellas ilusiones que de vez en cuando nos hacen suspirar despiertos, deseos y añoranzas por una vida mejor, por una mejor apariencia, un mejor matrimonio, etc.
¿Cuántos de esos sueños vuelven a tu cabeza voluntariamente?, como un anhelo que cuando se siente por lo menos momentáneamente te hace sentir bien.

Pero esta sensación es breve, la realidad siempre golpea echando agua sobre las ilusiones, y entonces la frustración y la cruda realidad deja el sinsabor de la frustración.

Espera soñador, lee lo que dice el Salmista:

Salmo 38:8-10 Me siento débil, completamente deshecho; mi *corazón gime angustiado. Ante ti, Señor, están todos mis deseos; no te son un secreto mis anhelos. Late mi corazón con violencia, las fuerzas me abandonan, hasta la luz de mis ojos se apaga.

Los sueños incumplidos provocan ansiedad, pero desear lo que Dios tiene para ti, es buscar su Voluntad. Debemos aprender a soñar bien, a desear vivir con la voluntad de Dios.

Proverbios 11:22 Como argolla de oro en hocico de cerdo es la mujer bella pero indiscreta. Los deseos de los justos terminan bien; la esperanza de los malvados termina mal

Cada vez que tus sueños se vuelven egoístas o huecos, son ilusiones frágiles que terminan en el lodo de la vanidad. En cambio, Dios nos enseña a soñar:

Confía en el Señor y haz el bien; establécete en la tierra y mantente fiel. Deléitate en el Señor, y él te concederá los deseos de tu corazón. Encomienda al Señor tu camino; confía en él, y él actuará (Sal. 37:3-6).

Aprende a tener verdaderos y significativos sueños, escribe tu sueño y dale a Dios la oportunidad de darte lo que hay en su corazón.

Martha Bardales

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