¡Semana Santa y todos los días UNA FE VIVA!

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¡Semana Santa y todos los días UNA FE VIVA!

«Porque primeramente os he enseñado lo que asimismo recibí: Que Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras; y que fue sepultado, y que resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras. Si Cristo no resucitó, vana es entonces nuestra predicación, vana es también vuestra fe. Más ahora Cristo ha resucitado de los muertos; primicias de los que durmieron es hecho» (1 Corintios 15:3-4,14,20).

Muchos saludos en el Señor, Aquel por cuyo amor «no hemos sido consumidos, porque nunca decayeron sus misericordias» (Lamentaciones 3:22).

Al llegar esta época del año mi corazón palpita con más fuerza y mi espíritu rebosa de un gozo tan grande que, tal como dice el famoso coro, «hay momentos que las palabras no alcanzan». Por supuesto que la alegría de saberme bendecido por nuestro Padre Celestial en todos los aspectos de mi vida (Proverbios 14:22) son motivos continuos de gratitud hacia Él. Pero coincidirá conmigo en afirmar que la mayor dicha de un hijo o una hija de Dios no reposa en las incontables bendiciones que disfrutamos a diario, sino en el sublime e incomparable hecho de que nuestro Señor está vivo.

El humilde establo de Belén, la multiplicación de los panes y los peces, las numerosas sanidades en Capernaum, las parábolas y enseñanzas en el Monte de los Olivos, y aun la mismísima Cruz en donde Jesucristo enfrentó la muerte, todo ello carecería de valor si Él no hubiera resucitado. ¡Pero gloria sea dada a Dios porque nuestro Salvador vive! ¡Ha resucitado! ¡Aleluya!

En este sentido, me es imposible ocultar la alegría que siento por la fiesta que acabamos de vivir en Buenos Aires. Millones de personas a través de los medios de comunicación se sumaron a los centenares de miles que se dieron cita en la Avenida 9 de Julio, frente al Obelisco, para escuchar el Evangelio de Jesús.

Durante el Festival con Luis Palau miles recibieron el regalo de la vida eterna (Juan 3:16), miles volvieron al Señor (Santiago. 5:20). Cuál embajador de Cristo, durante una semana repleta de actividades y entrevistas, Palau presentó las Buenas Nuevas del Señor a todos los estamentos de la sociedad argentina. Incluso postergó su vuelo de regreso debido al pedido de la Sra. Presidenta de la Nación, Dra. Cristina Fernández de Kirchner, quien gustosamente recibió al Dr. Palau en la Casa Rosada durante la tarde del lunes pasado, ocasión que el evangelista aprovechó para compartir la Palabra del Señor también con ella.

Al ver nuestro gozo, hay quienes preguntan por la causa de la felicidad que enarbolamos cuál estandarte. El secreto – si se puede llamar así – no es otro que la vida de Cristo en nosotros (Gálatas 2:20). Su resurrección da sentido a nuestra fe, de modo que no vagamos por la vida como meros entes que simplemente nacen, existen y mueren. ¡Tenemos un propósito! ¡Nuestra vida tiene un motivo! Como dice el apóstol Pedro: «Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que según su grande misericordia nos hizo renacer para una esperanza viva, por la resurrección de Jesucristo de los muertos» (1 Pedro 1:3).

Por todo esto, y mucho más, en esta nueva celebración de la Pascua te invito a unirnos en alabanza y adoración al Señor y Salvador Jesucristo, quien venció a Satanás y al pecado en la Cruz (Colosenses. 2:15), conquistó la muerte en Su resurrección (Romanos 6:9) y fue declarado Hijo de Dios con poder (Romanos 1:4).

Siempre me emociono al entonar el estribillo de la canción «Él Vive en Mí»: Él vive en mí, no temo al mañana Él vive en mí, gozoso estoy.
Yo sé que Él preparó mi futuro, Mi vida vale más porque Él vive en mí.

¡Renovemos nuestro gozo! ¡Afirmemos nuestro compromiso! ¡Sigamos trabajando juntos para que todo el mundo conozca Jesucristo y tenga la oportunidad de recibir Su Vida!

«¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón? ¿Dónde, oh sepulcro, tu victoria? Más gracias sean dadas a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo. Así que, hermanos míos amados, estad firmes y constantes, creciendo en la obra del Señor siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vano». (1 Corintios 15:55, 57-58).

Un abrazo grande en Cristo. ¡Feliz Pascua de Resurrección!

Pr. Rubén Proietti.

1 COMENTARIO

  1. hola queridos hermanos. quiciera recibir predicaciones y etudios biblicos. de parte de ustedes. a mi correo electronico el cual les ise figurar aqui. desde ya muchas gracias. les escrivo de argentina provincia de rio negro ciudad de cipolletti..

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