Devocionales Cristianos – El Sacrificio que Liberta

Devocional diario: El Sacrificio que Liberta

El Sacrificio Que Liberta «El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia» (Juan 10:10).

El cordero estaba desesperado. Un lobo enorme lo estaba persiguiendo y a pocos se aproximaba a él. Avistando un templo, el cordero pensó rápido y tomó la decisión de infiltrarse por un pasaje estrecha en la pared.

El lobo, con una sonrisa maligna, dijo al cordero: «Usted no escapará. El sacerdote lo matará si lo coge ahí adentro». El cordero reflexionó por algunos momentos y luego a continuación contestó: «Voy a quedarme aquí. Es mejor ser sacrificado para Dios que ser devorado por usted». Satanás devora a todos que son sus esclavos. Dios liberta a todos que están bajo su cuidado.
¿ qué escogeremos?

El mundo ofrece muchos placeres. Todos ellos aparecen envueltos en encantadores papeles coloridos. A la primera vista son irresistibles. Aventuras, desafíos excitantes, satisfacción plena, una invitación a una supuesta libertad.

Los incautos enveredan por sus avenidas, corren por sus callejas, se estrujan por sus guetos, se chocan en las paredes de callejones sin salida. Anhelan la libertad. Pero ¿donde está la libertad? Es apenas una niebla engañadora. Buscan y no la encuentran. Intentan volver y no recuerdan el camino.

La libertad era, en la realidad, una puerta para la esclavitud, para el pecado, para la perdición, para un calabozo lejos de Dios.

¿De qué se fugaban los incautos? Del sacrificio, de la prisión erguida sobre las paredes de una iglesia, de la rutina de una vida sumisa, del miedo de mirar por cima y buscar la dirección del Señor. No sabían que la libertad del mundo era, en verdad, la prisión del devorador. No sabían que la prisión del templo nada más significaba la libertad para una vida llena de regocijo, dicha y libertad.

El mundo explora, Dios derrama bendiciones. El mundo oprime, Dios acaricia y liberta. El lobo devorador del mundo roba, mata y destruye, el Señor del templo ofrece vida y vida con abundancia.

¿Usted ya hizo su opción?

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí