Aunque mis hijos no fueran tan maravillosos, igual los amaría con locura, porque son mis hijos. Ese es un amor que no se piensa, que no se elige. Surge naturalmente. A diferencia de este amor, el amor entre adultos, es un tema de elección. Con Miriam elegimos todos los días amarnos y a pesar del paso de los años, el amor se fortalece y crece, porque es una elección diaria. Por eso es mi mejor amiga.
Con los amigos sucede lo mismo. Uno elige a quien amar como amigo.
No se puede tener un millón de amigos como Roberto Carlo. Un amigo es quien te conoce y acompaña. Alguien con quien compartir tus penas y también tus alegrías, alguien que te apoya en tus proyectos, pero también te aconseja o reprende en tus errores. Tal vez no sea el que vive al lado de tu casa, a veces el amigo está lejos. Pero sigue siendo amigo, a pesar de la distancia.
No elegimos a cualquiera de amigo. Tal vez podamos contar con los dedos de una mano los que realmente son amigos. Y difícilmente, tendremos como amigo a alguien famoso, influyente, poderoso o rico.
Simplemente porque nosotros no lo somos.
Por eso me maravilla Jesucristo. De todas las personas que hay en el universo, Él te eligió a vos, porque te ama con amor único y especial. A pesar de lo que somos, de las diferencias que tenemos, de nuestras limitaciones y fallas, de nuestros fracasos y olvidos, Jesucristo te ha llamado su amigo. Porque le interesa estar con vos.
REFLEXIÓN – Jesús te eligió como amigo, ¿lo elegiste a Jesúsí
Un gran abrazo y bendiciones
¿Te gustó este artículo?
Suscríbete a nuestro canal de YouTube para ver videos sobre temas bíblicos.
Visita nuestros cursos bíblicos.
Se miembro de nuestro ministerio y obten todos los recursos.