Devocionales Diarios: «Bienaventurado el Varón» (Parte I)

«Bienaventurado el Varón»  ¿Quien es? (Parte I)

Es interesante hacer resaltar el detalle que el libro de los Salmos, conocido también como el «Himnario del Pueblo de Israel», comienza con una «Bienaventuranza», así como nuestro Señor Jesús comenzó lo que conocemos como el «El Sermón del Monte» (Mateo 5), con una serie de nueve «Bienaventuranzas»

El otro punto que deseo destacar es que las palabras del autor del Salmo 1, son dirigidas al «varón» así como las de Jesús en las cercanías del Mar de Galilea fueron enseñadas a sus discípulos que también eran «varones»

Aunque la aplicación del mensaje del Salmo 1, la podemos extender sin ninguna duda a ambos géneros de la humanidad, el salmista inspirado por el Espíritu Santo tuvo como objetivo exhortar al hombre como hijo de Dios a rechazar el estilo de vida de los impíos. 

El Salmo 1, es una guía clara y específica de cómo un verdadero “varón” de Dios puede experimentar una vida bienaventuradadichosa feliz aquí en la tierra, a pesar de vivir rodeado de gente perversa que constantemente desafía y desobedece a Dios. 

El “varón” de Dios “no anda en el consejo de los impíos” (vs.1)

El verdadero hombre de Dios buscará siempre estar en comunión con aquellos que son maduros en su relación con su Padre celestial.

El verbo “no anda” implica que tampoco acepta el “consejo de los malos”, en otras palabras no recibe la “sabiduría del hombre natural” que siempre es contraria a los designios de Dios. 

Salomón escribió: “los pensamientos de los justos son rectos; los consejos de los impíos, engañosos” (Proverbios 12:5)  

El “varón” de Dios “no se detiene en el camino de los pecadores” (vs.1)

El verdadero hombre de Dios no solamente no escucha, acepta o recibe el “consejo de los malos”, tampoco participa en las prácticas de las obras de la carne de los enemigos declarados de Dios. 

El apóstol Juan asevera que “ninguno que es nacido (engendrado) de Dios, no practica el pecado” (1 Juan 3:9)  

El “varón” de Dios “no se sienta en la silla de los escarnecedores” (vs.1)

El salmista nos dice también que el verdadero hombre de Dios jamás puede sentirse a gusto en reuniones en las que está acompañado de personas que se burlan, se mofan y que literalmente “hacen muecas” blasfemando en contra de nuestra fe respecto al único Dios verdadero, en contra de nuestro Señor Jesús y en contra de la autoridad indiscutible de Su Palabra. 

Pablo apela a nuestro discernimiento al preguntarnos “¿qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia? ¿Y qué comunión la luz con las tinieblas? ¿Y qué Concordia Cristo con Belial? ¿O qué parte el creyente con el incrédulo?…Porque vosotros sois el templo del Dios viviente…(2 Corintios 6:14-16) 

El “varón” de Dios, encuentra “su delicia en la ley de Jehová”

La fuente de deleite en la vida del verdadero hombre de Dios nunca la hallará estando en el “camino de los pecadores” o “sentándose en la silla de los escarnecedores” sino siendo obediente a los mandamientos de Dios.

Jesús dijo: “Si ustedes Me aman, guardarán Mis mandamientos (Juan 14:15) Para el “varón” de Dios obedecer Sus mandamientos no es una carga gravosa sino una forma de expresar nuestro agradecimiento por Su amor, Su gracia y Su misericordia.

En el Salmo 119 leemos: “¡Cuán bienaventurados son los de camino perfecto, los que andan en la ley del Señor! ¡Cuán bienaventurados son los que guardan Sus testimonios, y con todo el corazón lo buscan!” (vs.1,2) 

Finalmente, el salmista agrega que el “varón” de Dios en “Su ley medita de día y de noche”. (vs.2) 

William MacDonald precisamente comenta al respecto:

“Es imposible visualizar un hombre contento que no sea también un hombre del Libro de Dios. Él tiene un apetito insaciable por la Palabra de Jehová. Ama la Biblia y medita en ella día y noche. Por medio de esta meditación su propia vida es enriquecida y llega a ser canal de bendición para otros.” 

Los hombres del mundo e incluso muchos que dicen ser creyentes andan desesperadamente buscando ese libro “best seller”, ese motivador o predicador que pueda presentarles el “secreto”, la “fórmula” o el “camino hacia la felicidad” 

¡No busquen más! El Salmo 1 en sus primeros dos versículos tiene la perspectiva de Dios para que todos lleguemos a ser hombres “Bienaventurados”. 

¡Léelos una y otra vez! 

En lo que a mi respecta, me uno a John Trapp (1660) que escribió: “El Salmista dijo más acerca de la felicidad verdadera en este corto Salmo, que todos los filósofos.” 

Gracia y Paz

Sergio A.Perelli “Amigo de Jesús” 

1 COMENTARIO

  1. buena el comentario, pero necesita ser más reflexiva y coyuntural con relación a éste alicaído mundo que con sus corrientes anarquistas de los pecados está masificando más y más al género humano.

    Bendiciones en cristo.

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