El Hijo Prodigo – Ignorando Un Padre Amoroso

Devocional Diario – Ignorando Un Padre Amoroso

Me levantaré e iré a mi padre, y le diré: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti» (Lucas 15:18).

En una de las campañas occidentales de Moody, fue seguido de ciudad en ciudad por un hombre viejo y endeble, de apariencia respetable, que en todos los lugares pedía el privilegio de decir algunas pocas palabras a todos que asistian a las reuniones.  Él se levantaba y decía simplemente: «¿Mi hijo George está en este lugar?  ¿George, está aquí?  ¿George, estás aquí?  George, si usted esta aquí, vuelva a junto a su padre.  Su viejo padre lo ama a usted, George, y no puede morir tranquilo sin verlo a usted nuevamente».  Luego el viejo hombre volvía a su lugar.  Una noche un joven vino hasta el Hotel de Moody y pidió para verlo.  Era George.  Cuando el grande evangelista le preguntó como podía tratar a su amoroso padre con tanta negligencia y crueldad, el joven contestó: «Yo nunca pensaba en él, pero, señor Moody, intentaba hacer todo lo bueno que yo podía».

Éste es un buen retrato de un íntegro pródigo en un país lejano.  Era generoso con su dinero y sus palabras, pero en todo el momento de su vida infame él estaba pisoteando el corazón de su padre amoroso.

¿Qué lección podemos sacar de la historia de George y su padre?  ¿En qué nuestra vida se asemeja a de ellosí  ¿Hemos comprendido que tenemos un Padre celestial que nos ama y nos quiere bien y tiene placer qué estemos junto a Él?  ¿Hemos comprendido que aun cuando a nuestros ojos parezca que estamos haciendo lo mejor y buscando actuar correctamente, nuestro Dios se entristece con la indiferencia con qué Lo tratamosí

Él nos da lo mejor de esa tierra, cuida de nosotros, nos protege, indica los mejores caminos para nuestra dicha, pero nosotros lo ignoramos.  Queremos vivir una falsa libertad que, en la realidad, nos aprisiona a las incertidumbres y a las celadas de este mundo engañador.

Dios está diciendole a todo momento: «Ven cerca de mí.  Amo usted.  Quiero bendecir tu vida.  Ven…  Yo estoy con los brazos abiertos esperandote.