Un Maná Diario

 

Un Maná Diario

 

«Y cuando descendía el rocío sobre el campamento de noche, el maná descendía sobre él» (Números 11:9).

 

Ben Jochai estaba enseñando a un grupo de alumnos sobre el milagro del maná cuando Israel estaba caminando de Egipto hasta la tierra prometida.  Un de los alumnos preguntó: «¿Por qué el Señor Dios no abastecía a Israel una cantidad de maná suficiente para durar el año entero?» El maestro dijo: «Yo le contestaré con una parábola.  Cierta vez un hombre rico prometió a su hijo una mensualidad anual.  Todo año, en el mismo día, daría al hijo todo el valor.  Después de un cierto tiempo, el padre solo veía el hijo en el día en el que éste venía a coger su mensualidad.  Entonces el padre alteró su plan y solo daba al hijo lo suficiente para un día.  Éste regresaría en el día siguiente para buscar nuevamente su mensualidad.  De aquel día en delante el padre veía su hijo todos los días».  Ésta es la manera como Dios se relacionaba con Israel.  Ésta es la manera como Él se relaciona con nosotros.

 

¿Con qué frecuencia hemos buscado nuestro Padre celestial ¿Cuántas veces hemos ido a su presencia?Apenas recordamos el Señor cuando estamos necesitando algo o, como hijos que aman al Padre, ¿hemos estado con Él en todos los momentos

 

Dios tiene bendiciones para nosotros todos los días, todas las horas, todos los minutos.  Está siempre presto a darnos la verdadera alegría y su amor es inigualable.  En él nos sentimos protegidos, tenemos la confianza en la realización de cada sueño y, en todas las batallas, somos más que vencedores.

 

Si nos sentimos flacos, tiene el maná de Su fuerza.  Si nos sentimos fallidos, Tiene el maná del éxito.  Se parece que estamos en un desierto, Manda el maná del Cielo para nuestro refrigerio.

 

Cada día el Señor ha preparado un maná especial para nuestra felicidad.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí