Liderazgo Cristiano – La Importancia de Delegar

 

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La Importancia de Delegar

 

¿Alguna vez has tenido problemas a consecuencia del liderazgo?, bueno déjame contarte acerca de alguien del Antiguo Testamento que sí los tuvo, y llegó a una deducción muy interesante.

 

Hemos caído a veces en el error de pensar que todo gira en torno a nosotros, y no en torno a Cristo, a veces nos enojamos porque las cosas no se hacen fácilmente y surgen muchas trabas y dificultades, y sobre todo te enoja la «enanez» en vision con que muchos se conducen, y por ello pretendes trabajar en pro del adelanto de la obra.

 

Moisés llegó a encontrarse en una situción de este tipo, a tal grado de que le dijo a Jehová: «No puedo yo solo soportar a todo este pueblo, que me es pesado en demasía, Y si así lo haces tú conmigo, yo te ruego que me des muerte, si he hallado gracia en tus ojos, y que no vea mi mal»

 

Numeros 11:14-15 ¿Te imaginas, llegar a tal grado de problemas en que te agobian y ves tu impotencia y reconoces que no puedes solo hacer las cosasí, y que digas «si en algo aprecias mis servicios Señor,si no accedes a darme solución en este problema mejor, llévame a tu presencia».

 

Es algo grave, y a veces cuando vemos los problemas realmente queremos hasta ya no hacer nada y dejar tirada la toalla, pero…  qué solución dio Dios: (Vr.17) Dios promueve una multiplicación de liderazgo, que bien podría aplicarse en la Iglesia a través de la difusión del discipulado.

 

Después sucede algo curioso, cuando dos varones empiezan a profetizar en el campamento, pero, Josué le dice a Moisés que los exhorte, más Moisés si viviera en nuestros tiempos podría haber contestado «ojalá hubieran muchos cristianos que trabajaran por la obra» (Vr.29).

 

A veces nos pasamos de cautelosos y precavidos, y realmente impedimos a gente que desea trabajar en la obra, pero porque pensamos «si no lo hice yo, no está bien hecho», pero, la realidad es otra, que en lugar de ser «celosos» debemos alegrarnos porque no es una competencia, de quién hace más por la Obra, sino que realmente muchos se levanten y lo hagan, no importa que no seamos nosotros, no debemos ser estorbo, sino por el contrario, regocijarnos.

 

Aprendamos a delegar: recordemos…  un buen líder no es el que hace el trabajo de todos…  sino el que hace que todos hagan su trabajo.

POR CRISTO Y POR SU IGLESIA

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