Examina tu corazón – Me arrepiento

Examina tu corazón


Y si siete veces al día pecare y si siete veces volviere a ti diciendo: «Me arrepiento», perdónale.Lucas 17:4 

 

Si lees varias veces consecutivas este versículo, notarás que se vuelve complicado y difícil de entender. Pensarás que no sería muy fácil cumplir esta petición de Jesús. Imagínate lo que significa perdonar a una persona que te haya ofendido de la misma manera no dos o tres veces, sino siete veces, sobre todo si las ofensas se han recibido no en un lapso de un año, sino en un mismo día. En tal situación, parecería razonable justificar un espíritu no perdonador, pues hasta podría creerse que si se perdona esa cantidad de pecados, cometidos en un período de solo veinticuatro horas, ello equivaldría a una especie de convivencia con el mal. Sin embargo, Jesús ordena que, independientemente de la cantidad de pecados que la persona haya cometido o del tiempo empleado para cometerlos, si se arrepiente sinceramente, debe ser perdonada.

 

Algunos psicólogos afirman que el no recibir o dar el perdón está relacionado con desórdenes espirituales o emocionales que la persona experimenta. Es posible que tal afirmación sea verdadera. De una cosa sí podemos estar plenamente seguros: un espíritu no perdonador es un terreno fértil para una cosecha extraordinaria de hierbas malignas, como la amargura, el resentimiento y el espíritu de venganza. Además, daña nuestra relación con los demás.

Muchas veces, aunque creamos que hemos perdonado, somos traicionados por esa semilla de amargura. Aunque no lo percibamos, el espíritu no perdonador podría estar oculto en el corazón.

 

Hazte las siguientes preguntas para ver si necesitas perdonar a una persona.

 

• Allá en lo secreto de tu corazón, ¿esperas que alguien reciba «lo que merece»?

• ¿Encuentras imposible dar las gracias a Dios por tu ofensor?

• ¿Hablas negativamente de esa persona a otrosí

• ¿Disfrutas pensando en vengarte, aunque no lo lleves a cabo?

• ¿Frecuentemente te enojas, te amargas o te deprimesí

• ¿Encuentras difícil ser abierto y confiar en las personasí

• ¿Culpas a las personas por la clase de conducta que manifiestan?

• ¿Qué sientes cuando al que te ofendió le suceden cosas buenasí

• ¿Dedicas tiempo a pensar en lo que esa persona te hizo? Piensa hoy en esto: Si Dios examina tu corazón, ¿qué encontrará?

 

Juan O. Perla

Meditaciones Matinales para Adultos, 2009 

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