DEVOCIONAL CRISTIANO – ESCONDETE CON DIOS

DEVOCIONAL CRISTIANO – ESCONDETE CON DIOS

«Y vino a el, palabra de Jehová, diciendo:
Apartate de aquí, y vuelvete al oriente, y escondete en el arroyo de Querit, que esta frente al Jordán» ( 1- Reyes 17: 2-3 )

Que linda es la compañia, porque podemos disfrutar y compartir experiencias con los amigos, o mientras saboreamos una tacita de café con leche, hacer de aquel ambiente cálido, un remanso de paz con la familia.

Inolvidable nos puede parecer el momento, mientras vemos el rostro de la persona amada, a través de la luz de las velas, en un restaurante de West Palm Beach, al estilo del mediterraneo.

Nos sentimos formar parte de los doce apóstoles, cuando nos reunimos con el concilio de la Iglesia.

Nos creemos el apóstol Pablo, cuando nos entregan el titulo en el seminario , rodeado de felicitaciones y nos hacen posar para cientos de fotografías.

Cuando llegan las tardes de los sábados, y la familia muy elegantemente vestida y perfumada, se encamina hacia el centro comercial, con $ 500.00 en los bolsillos, el padre de familia se cree el rey de Inglaterra , la esposa la reyna madre, y los hijos, sus príncipes herederos de la corona.

Definitivamente, estar en compañia, es maravilloso.

También lo es, cuando formas parte de un sistema, donde tienes un cargo de importancia, o un empleo estable, o cuentas con un ministerio cristiano, donde te apoyan, te siguen y tu imagen, es ya, una presencia en la ciudad.

Sonríes, cuando viajas en el vehículo «lexus», y escuchas alabanzas con vídeos incorporados.

Te sientes un querubín, porque has tenido la oportunidad de viajar a Jerusalén por una semana completa, pagando $ 4,000.00, y hospedandote en un hotel de «varias estrellas».

¿Y que decir de los que piden una semana de permiso en sus trabajos, para viajar a Orlando, a recibir la «unción» de un predicador famoso, y luego tomarse fotografías con Mickey Mouse?.

Aparentemente, todo eso es una de las muestras de que Dios esta totalmente de acuerdo contigo, pensaras, que tienes todos los beneficios y prestaciones del Reino de Dios, inclusive, te sentirás orgulloso de lo que has logrado, y hasta podrías llegar a pensar, que Dios, se sentirá muy satisfecho por que tu le sirves.

!! Un momento !!, !! espera, !!

eso no es así, escucha a los pastores, ancianos y predicadores «curtidos» por las pruebas, aquellos que ya llevan muchas » horas de vuelo» en la viña del Señor, escucha lo que te dirán, porque ellos ya han pasado por el arroyo de Querit, Dios los ha llevado allí a ese lugar, en donde te quiere a solas, allí donde seras quien en realidad eres, donde no tendrás compañia, los amigos se habrán marchado ya, la hora del café no existe, las velas románticas han desaparecido, no hay concilio al cual asistir, los títulos no son tomados en cuenta, ir de compras es historia, te has quedado sin empleo, en lugar del «lexus», ahora esperas el autobús, o caminas largas distancias, en la familia hay rebeldía y te has quedado solo, totalmente solo.

Dios ha querido que estés a solas con El, así como estuvo Cristo en el monte los olivos. Dios tiene algo muy importante que enseñarte, ya no luches por salir del arroyo, quedate quieto, espera, deja que el proceso divino fluya en ti.

Dios nos llevara a todos, nadie se escapa del arroyo, y en la forma que Dios te usara, así sera la profundidad del arroyo. Algunos lloran y gimen por un arroyo, que a la vista de otro, sera un arroyo no muy alejado, sin embargo, existen siervos cuyos arroyos, han parecido que no volverán a la vida, como el arroyo del Apóstol Juan, en la Isla de Patmos, o el arroyo de José, en la prisión. No te desesperes, tu arroyo, Dios lo ha diseñado a tu medida, Dios te sostendra, saldrás de El, con mas unción, con mas sabiduría, y con mas poder para ministrar a otros.

Oración:

Amado Dios de amor, gracias porque siempre nos escuchas.
Te rogamos por todos tus hijos, que se encuentran en el arroyo de Querit, apartados contigo, escondidos del ruido del mundo, que los bendigas, los fortalezcas, y que puedan soportar hasta el final, esos días, que aunque parecen tristes y dolorosos, en realidad, son días de bendición, porque servirán para nuestro bien.
En el nombre de Cristo Jesús, Amen y Amen

José Luis Gonzalez