Devocionales Cristianos – Guardianes de sus almas

Devocionales Cristianos – Guardianes de sus almas

Y vosotros, padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos, sino criadlos en disciplina y amonestación del Señor. Efesios 6:4 El apóstol Pablo usa la palabra «Criadlos», lo cual, no es sino otra forma de decir, educarlos, prepararlos, disciplinarlos, iluminarlos y conducirlos con madurez.

Cuando nuestros pequeñitos llegaron a casa, asumimos una tarea muy grande, cuidar de esa vida tan pequeña, implicó desvelos y sacrificios que fueron hechos con amor. Al pasar el tiempo, muchas veces hemos caído en el error que ya que hicimos tanto por ellos, se podría decir que en consecuencia ellos nos pertenecen totalmente.

¿Será verdad esta idea que muchos padres tienen?

Es un error pensar así, lo primero que debemos hacer es recapacitar y entender la responsabilidad que tenemos con nuestros hijos. Ellos no son de nuestra propiedad, no nos pertenecen, sino que nos han sido dados temporalmente por Dios, ¿Con qué propósito? No para obtener resultados de ellos, no para obtener lo que queramos de ellos, y simplemente aprovecharlos para darnos alegría, hacernos sentirnos realizados o para gratificar nuestros aspiraciones insatisfechas.

Nuestro deber es criarlos no sólo para vivir en este mundo, sino fundamentalmente para que ellos establezcan una correcta relación con Dios.
Con la llegada de un hijo debemos decirnos a nosotros mismos «Nosotros somos ahora los guardianes y custodios de esta alma»
¡Qué tremenda responsabilidad!

¿Qué usaremos para lograr este objetivo? ¿De qué medio nos valdremos para cumplir el propósito de Dios de ser guardianes espirituales de nuestros propios hijosí Lo haremos con la oración que trabaja.

Cuando ponemos nuestros ojos en nuestros hijos les deseamos lo mejor sin condiciones, de todo corazón estamos dispuestas al sacrificio, con tal que ellos no sufran, no tenemos condiciones para atenderlos, los vemos y nuestros corazones laten rápido por amor a ellos. Dios nos ha dado la capacidad de entregarnos a ellos con todas nuestras fuerzas.

Pero esto no es lo único que Dios nos ha dado, Dios nos ha dado jurisdicción en el área espiritual de ellos, lo que significa que tenemos autoridad, pero no sólo sobre ellos sino sobre todos los poderes del enemigo, cuando oramos.
Lucas 10:19 Sí, les he dado autoridad a ustedes para pisotear serpientes y escorpiones y vencer todo el poder del enemigo; nada les podrá hacer daño.

Nosotras tenemos los medios para establecer un cerco de protección alrededor de nuestros hijos a través de la oración intercesora, podemos llevar cualquier ante Dios en oración cualquier espíritu negativo que quiera controlar a nuestros hijos.

Satanás está tratando de arrebatar esta generación que traerá bendición a nuestro país, por el testimonio de ellos muchos vendrán a los pies de Cristo, por su predicación otros serán liberados de vicios y adicciones, por el trabajo que ellos harán como misioneros, los lugares que estaban cerrados a la Palabra, serán abiertos de par en par, por todo esto es que el diablo quiere controlar la vida de nuestros hijos, ¿qué haremosí Haremos la oración que trabaja, la oración que libera y profetiza y declara la verdad divina, que ellos serán el remanente santo, el pueblo adquirido para anunciar las virtudes de aquel que los llamó.

Si oras bien, ellos podrán ser librados:

Prov. 2:6 De la mujer extraña, la que lo abandonará, del hombre incrédulo y el lobo vestido de oveja.

Prov. 4:19 Del camino de los impíos, que es oscuridad, terminan tropezando Prov. 5:9 De la gente cruel, ellos quieren quitarle su vigor, quieren que pierdan sus años y esfuerzo, que sean consumidos y acaben en la ruina.

Prov. 6:1-6 De la pereza, de las malas decisiones que conducen a la escasez y a la pobreza Prov. 10:2 De la riquezas mal habidas, porque ellos no sirven de nada, de la avidez de los malvados, de la mala forma de los egoístas.

Prov. 12:12-26 De los malos deseos¸ son trampa de malvados, el camino del malvado lleva a la perdición.

Prov. 16:17-18 Del orgullo y altanería, porque conducen al fracaso, el soberbio tiene planes malvados, es vanidoso, egoísta y mentiroso, en sus labios hay fuego devorador.

Prov. 20:1 De la adicción, producen fracaso total.

Yo he sido autorizada en el nombre de Jesús para detener el mal y permitir el bien para mis hijas.
Si oro cada día con fervor por ellas puedo empezar a edificar cada día algo positivo en ellas. El Espíritu Santo se unirá a mi oración y le añadirá poder.

Edifica en mis hijas cada día algo que te agrade:

-Obediencia a tu Palabra Prov. 1:33

-Sabiduría para edificar sus casas, para discernir su camino Prov.
14:1-8

Pastora Marta Bardales