John Osteen – Que hacer cuando nada parece dar resultado – Parte 2

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¿QUE HACEMOS CUANDO NADA PARECE DAR RESULTADO? por John Osteen

¿Te has encontrado alguna vez en una situación concreta donde te parece que nada de lo que has aprendido te ayuda, que nada resulta en tu favor, que no se concretiza lo que debía concretizarse?

Las personas oran y buscan a Dios para prosperar, para sanarse y para liberarse del demonio. Buscan también que los dones del Espíritu Santo se manifiesten en ellos y que se les abran las puertas del ministerio. Desean tantas cosas. Oran y oran y oran, prueban todas las fórmulas que conocen, pero nada parece dar resultado.

Saben que se encuentra en la Biblia, pero, pero, pero, pero… (Recuerden esto: ¡las ovejas siguen a los chivos, «pero»!)

¿Te encuentras en el valle? Necesitas a Jesús en tu valle, trae Su palabra a ese valle. ¡El te revelará el camino, porque El es el Camino! El dijo, «Yo soy el camino, la verdad, y la vida» (Juan 14,6).

Una vez tuve un automóvil nuevo. Me sentía tan orgulloso de él, era tan lujoso y uno de los mejores. Lo conducía a todas partes. Un día, mientras lo conducía por la calle y me acercaba a la carretera, se detuvo súbitamente. No se movía, el motor no se encendía, no avanzaba, y ¡era un automóvil nuevo!

Me sentía TAN desilusionado. Pude haberme bajado del automóvil y decir, «este auto es igual a los que corren por la carretera. Todos esos funcionan, pero el mío no». Pude decidir marcharme, dejar el automóvil allí y decir, «¡bien, funcionará para los demás, pero no para mí!»

Algunas personas son así, pero no actué de esa manera. Dije, «sé que fabricaron este automóvil para que funcionara, tiene cuatro ruedas y se supone que funcione. Veo que los demás automóviles corren y el mío también va a correr.”

Llamé a un mecánico que vino, lo inspeccionó y al fin encontró que algo estaba desconectado. Se trataba de un alambre pequeño. Pensé que era tal vez algo mayor, pero era poca cosa. Pensé que tal vez tendría que devolver el automóvil a la fábrica, pero él conectó el alambre de nuevo, di vuelta a la llave, y ¡funcionó! ¡Me fui camino adelante en mi carro nuevo!

Puedes recibir enseñanzas y verdades maravillosas de uno de los ungidos de Dios. Puedes saltar ante una oportunidad y probarla.

Dices, «es tan maravilloso», si «conduces» con ánimo una milla por la carretera, puedes encontrarte con un problema. ¡Cuando tratas de aplicar lo que has aprendido, toda la operación falla! Dices, «¡él me dijo que daría resultado, pero di vuelta a la llave del motor de arranque y nada sucedió». Dices, «sé que está en la Biblia, pero no, a mí no meda resultado».

A veces estos principios no obran con la facilidad que lo describen algunos predicadores. Debes aprender a cooperar con los principios de Dios. ¡Obrarán para ti! Cuando nada parece dar resultado, necesitas que Jesús te muestre tus conexiones flojas. No se trata de que la Biblia no dé resultado. ¡LA PALABRA DE DIOS ACTÚA! Tienes que darte cuenta que si algo va mal, no se trata de Dios ni de Su Palabra, sino de ti. Tienes un cable desajustado en alguna parte.

Si estás decidido a recibir algo de Dios, necesitas investigar y descubrir tus cabos sueltos. «… porque yo apresuro mi palabra para ponerla por obra» (Jeremías 1,12).

Algunas personas quieren hacer las cosas mal y que jamás se les corrija. Se preguntan porqué Dios no obra para ellos.

Cuando buscas a Dios, crees fielmente, y tratas de aplicar la Palabra de Dios a una situación concreta, y nada parece dar resultado, lee a continuación algunas sugerencias a seguir, que te ayudarán a encontrar tus conexiones flojas.

. . .continuará

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